Este es el primer acto oficial de Máxima tras sus vacaciones de verano. Ella y Guillermo de Holanda presidieron la fiesta de aniversario de los 75 años de libertad de los Países Bajos tras la Segunda Guerra Mundial y causaron gran impacto: Máxima por su outfit; él por su radical cambio de look.
Guillermo se dejó la barba, lleva el pelo un poco más corto y se nota que bajó algunos kilos. Y el efecto fue muy favorecedor: podría decirse que ahora el rey de Holanda se pasó a las filas de los metrosexuales. Con una imagen muy actual y cool, dicen que Máxima está encantada con el cambio de imagen de su marido. No es para menos.
Ella, acostumbrada a no defraudar a la hora de vestirse, volvió a sorprender con un look de alto impacto. Llevó un espectacular vestido capa en color bordó del diseñador Jan Taminiau, realizado en crepé de lana, de corte sirena y escote palabra de honor. La capa estaba repleta de pequeñas aplicaciones joya pequeña. Además usó un tocado de terciopelo con un lazo, una cartera de mano de gamuza y guantes de piel, todo en el mismo tono. En sus pies, unos stilettos de PVC, que tiene en varios colores.
En cuanto a las joyas, eligió una pulsera de brillantes, unos aros de diamantes y rubíes en forma de flor, y un gran broche que sujetaba la banda de la Orden del León Holandés, del que colgaba un rubí.