¿Cuál es el secreto para tener cejas impecables? Cepillarlas todos los días y nutrirlas con productos específicos. Esa es la fórmula que Sabrina Eleonore, la reconocida experta francesa en diseño de cejas, repite como un mantra. Según explica, este gesto simple estimula la microcirculación y mejora la textura del vello, haciendo que las cejas se vean más densas y saludables. A eso se suma el uso regular de un aceite o sérum nutritivo, que ayuda a fortalecerlas y mantener su crecimiento natural.
La mirada como punto de partida
Aunque estudió Derecho, Sabrina Eleonore terminó dedicándose a lo que llama “la arquitectura del rostro”. En su salón Un jour, un regard, ubicado en París y Madrid, analiza cada facción antes de diseñar una ceja. “Nunca me enfoco solo en las cejas. Observo la forma del rostro, las expresiones y las asimetrías”, sostiene. Su método, que mezcla precisión y naturalidad, le valió el título de gurú de las cejas entre las europeas más exigentes.
Para ella, la ceja ideal es aquella que parece haber estado siempre ahí: discreta, armónica y sin rigidez. “El error más común es copiar estilos vistos en redes sin tener en cuenta la morfología propia”, advierte. También desaconseja depilar en exceso la cola o recortar los vellos, ya que eso rompe la estructura y desequilibra la mirada.
Cómo rejuvenecer la expresión
A partir de los 40, las cejas tienden a volverse más finas y claras. Eleonore recomienda abrir ligeramente la línea hacia arriba y rellenar de forma sutil para lograr un efecto lifting inmediato. Un lápiz iluminador bajo el arco y el cepillado hacia arriba completan la rutina diaria para levantar la mirada sin recurrir a técnicas invasivas.
Además, enfatiza que una ceja demasiado oscura o marcada puede endurecer los rasgos. En cambio, los tonos gris ratón o topo suavizan y dan estructura sin rigidez. “Lo natural es lo más difícil de conseguir, pero también lo más hermoso”, afirma.
Los errores que arruinan tus cejas
Según la experta, los fallos más habituales son:
- Depilar o cortar de más.
- Pigmentar con tonos muy oscuros.
- Imitar estilos ajenos a la propia fisonomía.
- No tener paciencia: reconstruir una ceja lleva entre seis meses y un año.
El consejo de Eleonore es simple pero eficaz: menos es más. Unos pocos trazos finos, un cepillado diario y constancia bastan para transformar la mirada.
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