Es la carta de presentación de una casa. Junto a la fachada, puede anticipar el estilo del interior del hogar. Para su elección hay que tener en cuenta aspectos estéticos y funcionales, además de la seguridad.
Las puertas de entrada pueden ser modernas o antiquísimas, de madera maciza, enchapadas o realizadas en metal. Podés elegir entre puertas simples o dobles, fijas o pivotantes (las nuevas estrellas en aberturas). En resumen: hay tantas puertas como tipos de casas.
Las puertas son la carta de presentación, y junto a la fachada, marcan una declaración de principios: pueden anticipar el estilo dominante, o por el contrario, engañar con un diseño antagónico.
Como sea, para su elección hay que observar ciertos aspectos que aquí te contamos.
Su diseño entra por los ojos y sugiere algo de lo que vendrá puertas adentro, pero cuando se habla de la puerta principal se deben contemplar también otros aspectos: la seguridad, la durabilidad del material base, su robustez.
Acero. Es una buena opción si buscás una puerta resistente y segura. Sólo te conviene realizarle algún tratamiento anticorrosivo para aumentar su vida útil. Las de acero inyectado con poliuretano aportan además un mayor aislamiento térmico.
Hierro. Las puertas de herrería (forja) son señal de un diseño clásico y elegante, de gran durabilidad, seguridad y resistencia. Sólo requieren un buen mantenimiento para evitar óxido.
Madera. Existen muchos tipos y calidades. Lo importante es buscar alguna de las variedades de maderas duras, que garanticen una mayor vida útil. Se pueden combinar con otros materiales (como el acero o el hierro) para darles mayor robustez.
Con detalles de vidrio. Una ventanita, banderola o raja lateral de vidrio le suma a la puerta un guiño de luminosidad y amplitud y puede ayudar a la ventilación. Este detalle logra además una mejor conexión entre interior/exterior.
El color de nuestra puerta de entrada, su textura y tonalidad, son fundamentales para nuestra elección. En cualquiera de los materiales que elijas tenés posibilidad de optar por diferentes colores y tonalidades. más claras o más oscuras.
Las puertas en colores oscuros generan un cierto aspecto robusto; dan na sensación de seriedad y firmeza. Las de colores claros resultan visualmente más livianas y suman luminosidad.
No te olvides que la puerta de entrada no es solo un elemento decorativo: es importante que te garantice seguridad. Para ello hay que elegirla siempre en materiales duros e inalterables, en lo posible con interior de hierro.
Más información: parati.com.ar