Blanco, negro y dorado: un sensacional mix de colores para la renovación de un clásico chalet inglés
El estudio Negro & House Pleasures se animó a transformar por completo los interiores de una elegante casona de los años 40 jugando con una paleta soprendente.
Un clásico chalet estilo inglés de los años 40 fue íntegramente reformado para aggiornarlo a estos tiempos, quitándole cierta veta de solemnidad pero sin perder algunos guiños de su esencia.
La obra estuvo a cargo del estudio Negro House & Pleasures, querenovó los interiores con estilos y colores contrapuestos en una jugada muy original.
La clave: el mix de tonal formado por el blanco y negro, más el dorado.
Blanco "en colores": el juego de contrastes para el living
Living en blanco y negro, una combinación que se replica en la obra de Agustín Cleris Fine Art.
En el living prevalece el blanco, presente tanto en los dos grandes sillones de lino como en las paredes, la mesa de centro de mármol Carrara lustrado y las cortinas de lino off-white.
En contraste, la alfombra (@negrohouseandpleasures) y los dos sillones individuales (@negrohouseandpleasures) aportan notas de color.Almohadones de distintas telas en blanco y negro y diversos objetos decorativos (todo de @negrohouseandpleasures) completan la puesta.
Los biombos de hierro y vidrio son tendencia deco 2025
Un cómodo sillón en “L” tapizado en lino, con manta y almohadones a contratono conforma este ambiente resuelto de cara a la tevé.
Unos biombos de hierro y vidrio repartido separan al living -de medidas generosas- de un espacio de tevé más descontracturado.
“Como el espacio de living era muy amplio, elegimos poner divisores que siempre me llamaron positivamente la atención por su funcionalidad y estética” cuenta Simón Minieri Saint-Béat, dueño de esta maravillosa casa.
Gris plomo y oro para el comedor y los espacios comunes
El sofisticado comedor, con textiles oscuros y lámparas doradas.
El clima de la casa y la paleta de colores cambia radicalmente en el comedor, protagonizado por una gran mesa de mármol platinum y patas de hierro.
Las sillas son de lino con apoyabrazos: todas cabeceras que el dueño de casa eligió utilizarlas como complemento en toda la mesa.
Tres lámparas de techo con cuerpo dorado (@negrohouseandpleasures) completan la escena. Como auxiliar, una consola de hierro y madera con florero blanco (@casaclara_bsas). Sobre la mesa, vajilla y vasos (@landmark_ar) y las servilletas de serpientes de Jonathan Adler.
Clima teatral para la escalera principal y los pasillos
La escalera circular ubicada en el acceso a la casa es casi una obra de arte. El gris plomo elegido para el acceso la vincula luego con el pasillo y el toilette, ambos en la misma sintonía.
Como detalles de color y brillo, una calavera (comprada en Jonathan Adler del Design District de Miami) y una lámpara colgante dorada (@Negrohouseandpleasures). Completan este hall de acceso dos mesas en distintas alturas y dos troncos de madera quemada.
También en el pasillo, íntegramente pintado de gris plomo, se jugó con los tonos oscuros. La iluminación se renovó cambiando las dicroicas viejas por Led y sumando un aplique con forma de círculo (@lafelizestudio).
“Era una casa oscura y pesada por lo que usamos una paleta basada en colores claros en los ambientes de uso general. Sólo para el comedor, el bar, el hall de acceso y la escalera, se propuso un concepto opuesto con un color gris plomo para lograr espacios más íntimos”, explica Martín Malaviabarrena a cargo de la dirección creativa del estudio @negrohouseandpleasures.
La cocina se conservó con su fisonomía original. “La idea fue que mantuviera su calidez e identidad, como reflejo de la casa original”, cuenta Simón.
Tiene muebles en melamina blanca, pisos originales de mármol granítico y ubica al centro una mesa de madera con banquitos coronada por una lámpara antigua de hierro con una parrilla de la que cuelgan canastos, cucharones y elementos de cocina que el dueño de casa quiso conservar como registro de su infancia. (Arr.)
Un gran ventanal horizontal la abre al verde del jardín. Sobre la mesada, vajilla y frutera (@casaclara_bsas.)
Una suite en black & white.
Un dormitorio en blanco y negro con estilo mediterráneo
Blanco y negro, pocos materiales y un toque mediterráneo en la arquitectura componen el cuarto de Simón. Por detrás del respaldo de cama en buclé blanco, una cabecera con varillas de madera de kiri suma un plus de estilo que remata a cada lado con unos cuadros de motivos abstractos (@EstudioPolonia) en los dos tonos dominantes.
Las mesas de luz son también de madera de kiri, y llevan veladores con cuerpo dorado. En esquina, el sillón de un cuerpo también en buclé blanco, crea un rincón de relax junto a la mesa de arrime de mármol (@negrohouseandpleasures).
Las arcadas son un signo de esta reforma.
En el baño en suite las paredes son del mismo estucado que el cuarto, con bachas de piedra de cuarzo.
“La consigna fue neutralizar el espacio. Por eso desde lo arquitectónico se optó por redondear las aristas en la unión de paredes y cielorraso para evitar ángulos de 90 grados y apelar a las formas redondeadas del estilo mediterráneo, que se refuerza con las formas redondeadas, el estucado de las paredes y la austeridad de materiales”, cuentan desde el estudio.
La antigua biblioteca -un espacio oscuro y solemne, con sus paredes forradas en boisserie- se transformó en un espacio de relax donde el dueño de casa recibe a sus amigos, una suerte de bar elegante y canchero.
En el área de estar, un robusto sillón de cuero (@Holasanto) hace equipo con una mesa baja de madera y hierro.
El espacio sorprende con sus bibliotecas originales, que se pintaron de gris plomo, y conserva la chimenea original, que hoy remata en una cabeza de rinoceronte, obra del artista Paul Moss.
Una barra de madera con tapa de mármol marca el centro del espacio, acompañada por unas banquetas altas en caño cobre y lámparas en vidrio opal blanco (Huup Iluminación).
Una decoración con evocación safari que remite a la historia y a otras épocas.
Desde el exterior, un clásico chalet estilo inglés
La reforma de este chalet de estilo inglés de los años 40, buscó deliberadamente conservar la impronta de sus fachadas. “Los exteriores hablaban de una casa clásica del estilo del Jockey Club de San Isidro, con vigas de madera en las arcadas y ladrillo a la vista. Para aggiornarla, optamos por pintar los muros en color blanco y revestir las arcadas en siding blanco”, cuentan desde el estudio.
En las galerías se sostuvieron los techos bajos originales y los pisos de lapacho, se incorporó madera en algunos sectores y se armaron distintos spots de uso, como esta mesa redonda para desayuno o para tomar el té con lámpara dorada como remate: una señal que anticipa el estilo de los interiores.
Producción: Malu Satzger. Fotos: Christian Beliera
