Amamos conocer cómo son las cocinas de los master chefs. ¿Dónde cocinan y cómo son las cocinas de los que cocinan?
Y la presentación de la nueva cocina remodelada de Narda Lepes fluye tan bien como la circulación que siempre soñó para la cocina de sus sueños y que ahora, ¡por fin!, la tiene.

“Esta es la primera casa que compré, y a esta cocina la hice dos veces: la primera vez mal -cuenta a para ti DECO desde su lugar en el mundo-Era linda, pero para otra persona, para una cocina que se usa poco. Me dejé llevar más por el look…”.
No importa a dónde nos lleven los puntos suspensivos, porque así es como conocimos y te contamos la cocina de la nueva cocina de Narda Lepes, en un día cualquiera en su vida en la que la cocinera nos abre la puerta como si hace rato hubiéramos estado dentro, y cuenta el proceso mientras prepara varias cosas a la vez: un caldo, conservas, un postre…
ENTRADA / Circulación y guardado: dos ítems de la nueva cocina de Narda Lepes

“Hice muchas cocinas de escenografías, pero es otra forma de pensar todo. También hice cocinas de restaurantes, que no tienen nada que ver con esto”, cuenta Narda.
“La primera vez pifié en un montón de cosas, sobre todo en circulación y guardado… Tiré todas las paredes para que la cocina estuviera adentro de la casa y no separada”, describe el principio del operativo “Comando Reformar”.

“No me gusta ni quería esas cocinas en las que entrás y no ves nada”, afirma Narda Lepes. A ella le gusta tener todo a mano, afuera, arriba de la mesada, colgando… Pero ya no quería todo tan abierto “que me generaba caos visual”, señala.
Entonces, a esa sensación de calma y comodidad la empezó a conseguir “editando” su cocina. Esto es, quedándose con de todo un poco (menos). “Lo pude separar por categorías para que nada quede circulando”.

“Quería que todo estuviera de fácil acceso”, asegura Narda Lepes en su cocina a la medida de ¡todo lo que cocina!
“Aunque parezca mucho, de todo hay menos”, asegura la cocinera que cuenta unas 35 cacerolas y ollas, incluyendo una olla a presión de 25 litros -para caldos, que se la quedó (sí o sí) y varias de hierro y antiguas.
Otras -como también sucedió con tablas y cubiertos- fueron al depósito o, mejor destino aún, las hizo circular entre sus hermanos menores y amigos.
PRINCIPAL / Una mirada externa y experta: el socio de Narda Lepes en el rediseño de su cocina

Narda Lepes destaca como “el ingrediente” clave -el primer paso y gran salto- de su nueva cocina su encuentro con “alguien que sepa y que me de otra visión de mi propia cocina”.
Su nada misterioso alguien fue Matías Millet, diseñador industrial cofundador de Dwell, la reconocida marca de diseño y fabricación de equipamientos de cocina a medida. “Empezamos a pensar posibilidades y otras formas de resolver”, recuerda.
Y de sus charlas fueron surgiendo las alternativas y soluciones que ella imaginaba y necesitaba, como aprovechar el espacio aéreo, diseñar y confeccionar muebles con puertas redondas –“¡que la madera doblara!”-; que las tablas vayan paradas y separadas… tener luz plena y ventilación natural, sin campana.


Entre otros cambios para (mucho) mejor, Narda cambió el acero inoxidable de la mesada -en el que todo se ve- por piedra Taj Mahal, semi opaca, con textura de color “para que no brille ni se noten las cosas -explica- la piedra ya tiene un dibujo natural”. Y es lo que quería.
Para el mobiliario de la cocina eligió un sobrio y atractivo color verde opaco, que bajo la luz cambia a un gris oscuro. Y por dentro siempre es de una tonalidad rosa natural. “Me gustaba esa combinación”, cuenta Narda entusiasmada mientras corta verduras sobre la mesada sobre la que siempre quiso cortar.



Pero advierte: “Es un proceso largo y hay que estar dispuesto a que puede ir cambiando por diferentes circunstancias, por prueba y error, por factores humanos, por falta de materiales…”
POSTRE / Tecnología y Emociones: la receta de la nueva cocina de Narda Lepes


La nueva cocina de Narda Lepes tiene las hornallas (3) por fuera (pequeña, medio y wok, para hervir a fuego lento) y el artefacto está por debajo. “Más de tres no usás… Se llaman PITT Cooking”, señala. Consiste en un anafe integrado, y sus quemadores emergen de la mesada.
“Son De Stefano, como las mesadas y superficies, el piso, gris beige; y el rosa del lavadero también -enumera Narda, como si estuviera pasando una receta- La heladera + freezer y el horno son de Samsung, y el proyecto de Dwell”, destaca.
“No recomiendo freezer arriba… El freezer de costado o abajo, porque tenés todo a la vista y estimula comer variado”, sugiere Narda que en “la trastienda” de su cocina tiene una segunda heladera que también puede pasar a modo freezer según la ocasión y necesidad.

Tras pasar los créditos de la parte estructural y más techie de su nueva cocina, Narda Lepes se detiene para contar sobre lo que más le gusta: todas las cosas con las que se quedó y que la rodean en su lugar en su hogar…
La lamparita Hay de Copenhaguen, el filtro de agua que se trajo de un pueblo cercano a Medellín, Colombia, su colección de donabes (un tipo de olla de barro japonesa que cocina en el propio vapor); la espátula de madera que compró en Turquia hace 12 años, una mandolina esolvena (“hace la mejor papa a la crema gratinada”); la mantequera de heladera -también de Japón- y la batidora vintage roja de la abuela…

“Tengo mucha cosas de alacena, y en cada viaje vuelvo con más cosas. Quería que todo estuviera de fácil acceso… Y esta cocina siento que es la primera en la que todo tiene su lugar”.
Fotos: Diego García.