"La muerte de la plancha": por qué cada vez más personas eligen la ropa arrugada (y lo que eso dice de nuestra época) - Revista Para Ti
 

"La muerte de la plancha": por qué cada vez más personas eligen la ropa arrugada (y lo que eso dice de nuestra época)

Lo que antes era símbolo de descuido, hoy se celebra como libertad. La generación Z decretó el fin de la plancha, y detrás de esa arruga hay algo más profundo que moda: una nueva forma de entender el tiempo, el cuerpo y la perfección.
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Planchar ya no está “de moda”. La frase, que hasta hace unos años habría sonado provocadora, hoy circula con orgullo entre los más jóvenes. En TikTok, miles de usuarios muestran sus prendas con arrugas visibles y celebran lo que llaman “la muerte de la plancha”.

Y aunque puede parecer una simple moda, lo cierto es que este cambio revela una transformación más profunda en la manera en que vivimos (y nos mostramos).

El fin de la hiperperfección

En un mundo saturado de filtros, la ropa arrugada se volvió símbolo de rebeldía. “¿Por qué tener que lucir perfecto todo el tiempo?”, se preguntan. Para la generación Z, dejar de planchar no es solo cuestión de tiempo: es una forma de soltar el mandato de la perfección y abrazar lo real.

Después de la pandemia, se normalizó la arruga como parte de un estilo más relajado y auténtico. Planchar siempre ocupó el podio de las tareas domésticas más odiadas. En una época donde el tiempo es el nuevo lujo, las nuevas generaciones priorizan practicidad: telas livianas, vaporizadores express, sprays que alisan la ropa en segundos y el truco universal de colgar la prenda mientras uno se ducha.

Hoy buscamos magia: ropa impecable sin pasar por el ritual de la plancha. Existen mil herramientas que lo hacen más rápido.

Una cuestión de sostenibilidad

Hay un argumento más detrás del “no planchado”: el ambiental. Cada vez que evitamos encender la plancha, ahorramos energía y reducimos emisiones de CO₂. En tiempos de conciencia ecológica, hasta una arruga puede ser una declaración de principios.

Claro que no todo vale. La arruga puede ser cool en el street style o en una cita informal, pero no en una entrevista laboral o una gala.

Quizás por eso, más que el fin de la plancha, estemos asistiendo al fin de una forma de pensar la imagen: la que exigía estar “perfecta” para ser válida. Hoy, una prenda arrugada puede decir algo muy distinto: que hay vida, movimiento, tiempo usado en otra cosa más importante que una costura perfecta.

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