Ideales para espacios anchos y alargados, son súper estéticas y si se distribuyen correctamente, pueden llegar a ser muy cómodas y funcionales. Mirá estas opciones y conocé todos sus pro y contras.
Si tu cocina es alargada pero tiene al menos 1,2 mts entre pared y pared, una distribución en paralelo puede ser una buena opción para optimizar más -y mejor- el espacio.
¡Pero ojo!. Así como pueden ser súper estéticas, también corren con algunas desventajas. Por eso resulta de suma importancia prestar atención a una serie de recomendaciones a la hora de planificarla para sacarle el mayor partido posible y que no sólo sea un espacio bonito sino también cómodo y funcional.
Como su propio nombre lo indica, este tipo de cocinas tienen una distribución paralela. Esto significa que hay dos líneas enfrentadas entre sí en las cuales se van a distribuir los diferentes elementos.
Esta distribución es perfecta para espacios anchos y alargados. Eso sí: la distancia entre las dos líneas paralelas debe tener un mínimo de 1,2 mts para poder moverse cómodamente y poder abrir las alacenas sin problemas.
"La distribución ideal en este tipo de cocinas es ubicar la zona de cocción y lavado en la cara principal, y de espaldas el espacio de almacenamiento", explica Any Fornieles, Diseñadora de Interiores (anyfornieles.deco).
En la mayoría de los casos, esta distribución suele utilizarse en cocinas pequeñas y alargadas. Por eso es clave apostar por el uso de colores claros en paredes y mobiliario para ganar luminosidad y amplitud visual.
Encontrar un equilibrio entre la capacidad de almacenaje y ligereza visual, también es otro ítem fundamental a la hora de planificar este tipos de cocinas. Lo ideal es no abusar de las alturas colocando muebles altos, es mejor reemplazarlos por vitrinas o estantes flotantes que suelen ser mucho más ligeros a la vista.