En el nuevo Museo Malba Puertos, un espacio pensado para acercar las obras al público desde un lugar más íntimo y exploratorio, AltoEstudio desarrolló un sistema de mobiliario que marca un antes y un después en la manera de conservar y exhibir patrimonio.
Pasada la novedad de su inauguración, una pieza clave del proyecto se convirtió en foco de atención y protagonista: el innovador Sistema de Mobiliario de Guarda diseñado por AltoEstudio.
Así guardan (y potencian) su patrimonio los museos del siglo XXI

Una solución contemporánea, funcional y profundamente museográfica que plantea una nueva forma de relacionarse con el patrimonio: mostrar en lugar de ocultar, conectar en lugar de separar.
“El diseño busca no solo proteger el acervo, sino también enriquecer la experiencia del visitante al integrar conservación y exhibición”, explica a para ti DECO Leonel Quevedo, socio fundador de AltoEstudio.

El diseño dialoga con el espíritu del museo —más transparente, accesible y educativo— y propone una experiencia en la que la conservación deja de ser un proceso escondido para convertirse en parte del recorrido.
El nuevo mobiliario fue desarrollado para cumplir con los más altos estándares de conservación museística. Es una pieza —de 14 metros de largo— que organiza el espacio en dos sectores perfectamente definidos, pero visualmente conectados:
La reserva técnica, donde se almacena y preserva el patrimonio del museo mediante cajoneras especiales para planos, las tradicionales planeras, diseñadas con una gran capacidad de carga y estabilidad.

El área accesible al público, que incluye un aula, un taller y una sala expositiva. Allí, el mobiliario incorpora una bacha para lavado de elementos, espacio para materiales didácticos y una puerta de seguridad que vincula ambos mundos: el de la conservación y el de la experiencia.
Los dos espacios se separan mediante una gran vidriera, un recurso que convierte la guarda en un paisaje visible y permite que el visitante observe aquello que, en la mayoría de los museos, permanece oculto.
Este gesto de apertura representa la filosofía del nuevo Malba Puertos, que busca desarmar la idea del “depósito secreto” y reemplazarla por una museografía más abierta, reflexiva y educativa.
Mirá También

De Australia a Argentina: Alexander Lotersztain revela cómo diseñar desde “los fines del mundo”
Visible storage: la tendencia mundial de AltoEstudio x Malba Puertos

Otro de los grandes aciertos del sistema de AltoEstudio x Malba Puertos es su capacidad de evolucionar. El mobiliario fue concebido como una pieza escalable, capaz de incorporar nuevas funcionalidades a medida que el museo crezca o amplíe su colección.
Su estructura modular permite reorganizar usos, ampliar áreas de guarda o integrar herramientas para la conservación, sin perder solidez ni calidad técnica.
Se trata de un diseño smart y estratégico que se adelanta a las necesidades futuras del museo y garantiza una solución duradera tanto a nivel material como operativo.
La propuesta de AltoEstudio se enmarca en un movimiento mundial llamado “visible storage” y que responde a la demanda de mayor transparencia por parte de los públicos culturales. El concepto de concepto de visible storage transforma la reserva técnica en una experiencia accesible.
“Nuestra pieza es una solución de diseño que adopta el concepto de 'visible storage'; una tendencia mundial que rompe con el modelo tradicional de la cámara secreta (donde todo está escondido), transformando el depósito en una experiencia educativa y abierta al público”, explica el team AltoEstudio.

Su mirada se potencia con una ingeniería de conservación rigurosa, que cuida la estabilidad de las obras, y con una filosofía democratizadora que invita al público a conocer los procesos detrás de la preservación.
“El mueble difumina los límites entre lo público y lo privado, lo expuesto y lo guardado. Es una respuesta de diseño contemporáneo a las demandas de mayor acceso a las colecciones que custodian los museos a nivel mundial, marcando un hito en la museografía moderna”.

La combinación de técnica, estética y apertura convierte a este mobiliario ideado y hecho en Argentina en una pieza excepcional dentro del panorama museográfico regional.
Es una pieza que redefine el modo en que miramos el patrimonio y el modo en que los museos se abren al mundo.



