Tener un mini bar en casa es mucho más que juntar botellas: es armar un rincón que te represente, que invite a brindar, relajar y recibir con estilo.
Y lo mejor: no necesitás un mueble gigante ni una barra profesional para hacerlo realidad. Con creatividad, algunos objetos clave y un poco de onda deco podés transformar cualquier espacio en tu propio bar personal. ¿Vamos con las ideas?

1. Elegí el rincón perfecto
Antes que nada, ubicá un lugar estratégico: puede ser un rincón del living, una repisa en el comedor o incluso una parte de la cocina. Lo importante es que esté cerca de donde recibís gente o donde te gusta relajarte.
¿Tip? Que tenga buena luz y esté cerca de una toma eléctrica si vas a sumar algún electro (como una hielera o frapera eléctrica).

2. Usá un mueble con onda
No hace falta salir a comprar un mueble nuevo: podés reciclar una cómoda, un carrito de feria, una biblioteca vieja o hasta un banco largo.
La clave es que tenga superficie de apoyo para preparar tragos y espacio de guardado para las botellas, vasos y accesorios.
¿Canchero y práctico? Un carrito bar con rueditas: va con vos a donde haga falta brindar.

3. Sumá bandejas o cajones organizadores
Las bandejas no solo decoran: ayudan a organizar y delimitan espacios. Usalas para agrupar botellas, copas, frascos o utensilios de coctelería.
También podés usar cajones de madera o canastos de mimbre para guardar servilletas, mixers, abridores y todo lo que quieras tener a mano (pero ordenado).

4. Dale estilo con copas y vasos especiales
Las copas dicen mucho de tu bar. No hace falta tener mil, pero sí conviene tener algunas básicas bien elegidas: una copa balón para gin tonic, un vaso corto para whisky, copas de vino y algún vaso largo para tragos frescos.
¿Extra tip deco? Colgalas con un soporte copero o ponelas en exhibición: quedan divinas a la vista.

5. Decoralo con botellas lindas (aunque estén vacías)
Hay botellas que son puro diseño. Si tenés alguna vacía que te guste, no la tires: usala como objeto deco.
También podés sumar botellas color ámbar, jarras retro, sifones antiguos o frascos con especias. Un mini bar con detalles bien pensados transmite personalidad y suma estilo sin gastar de más.

6. Ambientalo con luz cálida
Un rincón de bebidas tiene que invitar. Y la iluminación es clave. Podés sumar una lámpara de mesa, una tira LED adhesiva, luces RGB o una guirnalda de luces cálidas.
También van las velas o las lámparas de sal si querés algo más bohemio. Luz cálida = mood ideal para brindar.

7. Agregá algo verde (¡sí, plantas!)
Una plantita siempre suma. Podés poner una pilea, un potus, una suculenta o un helecho colgante. Las plantas le dan vida al rincón, lo hacen más amable y decoran sin esfuerzo. Si no tenés buena luz natural, andá por una opción artificial que se vea linda igual.

Bonus track: que tenga tu sello personal
Un mini bar en casa es tuyo y tiene que reflejar tu estilo. Sumá una foto enmarcada, una ilustración, una pizarra con frases o una carta de tragos hecha por vos. Esos detalles hacen la diferencia y convierten tu rincón de bebidas en un lugar con alma.

¿Listo para armar el tuyo? Ahora que tenés todas estas ideas, solo falta: elegir el lugar, sacar las botellas del fondo del placard y empezar a armar un rincón que te invite a brindar más seguido. Porque, ya sabés: con estilo y buena onda, cualquier casa puede tener su propio bar.

Fotos: Pinterest.
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