Si estás en plan de sumar una nueva planta a tu huerta, la mostaza es una excelente candidata. Se pueden consumir tanto sus hojas como flores y frutos, y además es muy decorativa. En esta nota te contamos todo lo que tenés que saber sobre ella.
Resistente, fácil de cultivar, decorativa y con múltiples beneficios para la salud, la mostaza se posiciona como una de las plantas aromáticas favoritas para tener en la huerta, y aportarle un sabor especial a las preparaciones.
La mostaza es una planta anual de rápido crecimiento, ideal para exteriores o interiores bien luminosos. También puede desarrollarse en macetas y en espacios reducidos sin problemas.
Sus flores amarillas contienen los frutos y son bellísimas, ideales para sumar un toque de color a la huerta.
Se pueden encontrar tres variedades diferentes: mostaza blanca (Sinapis alba) la más suave, mostaza negra (Sinapis nigra) la más intensa, y Brassica juncea "Red Giant" de hojas grandes ideal para consumo.
La mostaza es una planta que permite la siembra de sus semillas en pleno suelo, aunque también se puede iniciar el cultivo en macetas o almácigos para luego trasplantar las plántulas resultantes.
Marzo, abril y mayo son los meses ideales para sembrar esta especie de moda. Sin embargo, los plantines ya crecidos se pueden plantar en cualquier época del año.
Un mes y medio después de la siembra, las hojas de mostaza ya pueden cortarse y consumirse. Cuando la planta haya crecido un poco más, también se pueden cortar las hojas de arriba y las flores.
Es fundamental dejar algunas sin cortar para que la planta complete el ciclo y aparezcan los primeros frutos (que también se pueden consumir).