Cuando el apego se disfraza de amor: cómo detectar si estás en un vínculo tóxico - Revista Para Ti
 

Cuando el apego se disfraza de amor: cómo detectar si estás en un vínculo tóxico

pareja amor
Flavio Calvo (MN: 66.869), doctor en psicología, docente, tallerista y autor, reflexiona acerca de cómo diferenciar una relación de amor verdadero de una de apego ansioso, también conocido como dependencia emocional.
Lifestyle
Lifestyle

Es común que el apego ansioso, más conocido como dependencia emocional, se disfrace de amor. Esto sucede porque socialmente, por medio de canciones, novelas y películas se han romantizado conductas que no son sanas, y que están lejos de ser una muestra de amor verdadero. 

Tantas versiones falsas del amor y tantos mitos socializados hacen que muchas personas no puedan ver la diferencia entre el amor -que hace bien-, y la dependencia emocional -que muchas veces te pone en situaciones que no son sanas y que te hieren emocionalmente-. Por lo general, con solo creer en un estereotipo sobre cómo debe ser la relación amorosa ideal, hace que la gente se encasille en su manera de ver el cariño y los lazos afectivos.

Es importante saber que, aunque puede haber momentos difíciles, conviene que el amor sea algo que la mayor parte del tiempo te potencie, y que sea un modo de compartir buenos momentos con otros, no una tortura y una forma de esclavitud.

Diferencias entre apego y amor

La primera diferencia entre apego y amor es que en el apego se busca “escapar de”, es decir se plantean las cosas de manera negativa, mientras que en el amor se procura “ir hacia”.

En el apego quiero escapar de la soledad, del sentirme poco valorado o simplemente desvalorizado. Mientras que en el amor, no escapo, sino que decido estar con otro con quien comparto. En el primer caso se busca escapar de un malestar, que se busca resolver en el vínculo con otra persona. En el amor, el vínculo con la otra persona produce bienestar. En otras palabras, en el amor estar con otro brinda un valor positivo, en tanto que en el caso de la dependencia emocional lo que se busca es evitar la falta de alguien, busco no sentir algo negativo.

En este contraste entre amar o necesitar al otro, es importante poder observar el grado de “sacrificios” que se hacen por el otro, y que función cumplen. Quien ama tiene claro que, aunque muchas veces es bueno hacer ciertos sacrificios, conviene que estos sean razonables y se puedan cuestionar sus límites. En el caso del apego, muchas veces no existen los límites con tal de no perder a la otra persona.

Acerca de "sacrificios" y reglas tajantes

En este caso la relación no se ve como algo dinámico que se puede ir adaptando a las necesidades de los dos miembros de la pareja, sino que se percibe más bien como una serie de reglas tajantes en las cuales hay que encajar. Esto aumenta la dependencia emocional, ya que el más ínfimo detalle puede dañar el vínculo, por lo cual es constante la ansiedad de estar observando si se está haciendo todo bien.

Quienes no miden sus sacrificios y hacen cualquier cosa con tal de no perder al otro, terminan obsesionándose con la relación, y con querer sostener a la otra persona a toda costa. La cuestión es no perderlo, no tanto por lo que la persona es, sino por lo que la persona ofrece, porque esa persona es una vía de escape de la soledad. Lo que no se ve es que esa ansiedad por no perder al otro, hace que cada vez sea menos el tiempo de disfrute y cada vez más el estado de alerta en la relación.

Por lo cual la persona ya no disfruta del vínculo, no recibe bienestar ni calidad de vida. De hecho como tienen tanto miedo de perder, hay ciertas conductas que se ritualizan: "Me tiene que mandar mensajes cada cierta cantidad de tiempo", "tenemos que salir los fines de semana", "tenemos que decirnos ciertas palabras"... Estos “tenemos que” son reglas y rituales que buscan que la relación sea predecible, y el más mínimo cambio asusta. Querer tener todo bajo control es una utopía inalcanzable. Si no hay tolerancia a lo que no es como se esperaba, la ansiedad aumenta considerablemente.

La gran pregunta entonces es: ¿Te conviene estar ahí?

El vínculo con el otro te da la mayor parte del tiempo bienestar y paz, o te hace estar constantemente en estado de alerta a cambio de recibir como consuelo algunos pequeños momentos de paz. Es importante reconocer que nadie es dueño de nadie, en todo caso somos personas que nos encontramos o no.

El psicólogo Fritz Perls, creador de la Gestalt rezaba: "Yo soy yo, vos sos vos, yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas, vos no estás para cumplir la mías. Si en algún punto nos encontramos será maravilloso, sino nada puede hacerse. Falto de amor a mi mismo, cuando en el intento de complacerte me traiciono, falto de amor a vos, cuando quiero que seas como yo espero y no como vos sos. Yo soy yo, vos sos vos".

Que tu encuentro con el otro sea genuino y te traiga bienestar, sino la pregunta sigue estando presente: ¿Conviene estar ahí?

Dr. Flavio Calvo, @calvoflavio

Más información en parati.com.ar

   

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig