Vivir sin plástico: Un llamado global para proteger a nuestro planeta - Revista Para Ti
 

Vivir sin plástico: Un llamado global para proteger a nuestro planeta

Julio sin plástico es un llamado global a vivir una relación más sana con el plástico y adoptar prácticas más sostenibles. La campaña tiene como objetivo impulsar iniciativas que faciliten el abandono de los plásticos desechables de corta vida útil. Es impulsada por The Plastic Free Foundation, una organización sin fines de lucro que tiene como misión construir un movimiento global de ciudadanos que reduzca drásticamente la utilización de plástico.
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La contaminación plástica es una de las mayores crisis ambientales de la actualidad. Cada año millones de toneladas de plástico inundan nuestros ríos, océanos y ecosistemas terrestres, generando impactos devastadores en la biodiversidad. Además, la presencia de los microplásticos en nuestra cadena alimentaria y en el aire que respiramos pone en riesgo nuestra salud y bienestar. Ya encontramos microplásticos hasta en nuestra sangre y, si bien no sabemos con certeza cuáles serán las consecuencias, el panorama no es muy prometedor.

Tomar acción para disminuir la contaminación causada por el uso desmedido de plásticos, es cuidar al planeta y a las personas. A través de pequeñas modificaciones en nuestra vida diaria podemos generar grandes transformaciones.

Una de las grandes claves del éxito en esta misión, reside en identificar los momentos de nuestra rutina en donde podemos marcar la diferencia. Sorbetes, envases de comida para llevar, bolsas y botellas descartables son solo algunos ejemplos de los productos que usamos a diario y que podríamos evitar o reemplazar. Si alejamos un poco la lupa y pensamos en los momentos y actividades de nuestro día, podemos encontrar muchas más oportunidades para generar impacto positivo.

Cepillarse los dientes

Un acto aparentemente inofensivo, como lavarnos los dientes, puede generar una cantidad considerable de residuos plásticos. Podemos reemplazar los cepillos y el hilo dental tradicionales por alternativas biodegradables, como el cepillo de dientes de bambú. También podemos optar por pasta dental en envase de vidrio o en formato de comprimidos, que muchas veces ofrece además el refill para que uno evite comprar nuevos envases.

Ducharse

La ducha también es un buen espacio para implementar algunos cambios. El shampoo, el acondicionador y hasta el jabón líquido vienen en envases plásticos descartables. Migrar a los sólidos, que no requieren envoltorios plásticos, es súper fácil y práctico. Además, los productos sólidos suelen ser más naturales y libres de químicos dañinos, tanto para el ambiente como para la salud humana, por lo que tendremos un doble beneficio.

Comidas y bebidas fuera de casa

Al vivir tan acelerados, muchas veces optamos por alimentos y bebidas para llevar, y eso genera enormes cantidades de residuos. Aprender a decir “no gracias” y tener un kit anti descartables siempre a mano, son las dos grandes claves para paliar esta generación masiva e innecesaria de plásticos. Bolsas, sorbetes, revolvedores, son solamente algunos ejemplos de ítems que no necesitamos, pero que insisten en figurar en las bandejas de nuestra comida para llevar.

Decir que no y hacerlo a tiempo es esencial para cumplir el objetivo. Por otro lado, tener siempre a mano un juego de cubiertos, un tupper, una botellita y alguna servilleta reutilizable nos permite prescindir de los plásticos que se consideran necesarios en este contexto.

Cocina sin plásticos

En la cocina también tenemos la oportunidad de hacer cambios significativos. Uno de los típicos residuos que generamos en este ámbito es el plástico film. Podemos reemplazarlo por contenedores de vidrio o acero inoxidable, envoltorios de tela encerados con cera de abeja o cobertores de tela. Además podemos evitar montones de envases comprando alimentos a granel. Por último, a la hora de lavar los platos, podemos hacerlo con esponjas o cepillos de origen vegetal, detergentes y desengrasantes caseros u optar por detergente sólido. Todas estas alternativas reducen en gran medida los plásticos que generamos a diario.

Julio sin plástico nos invita a ser más conscientes de nuestra relación con el plástico y, en definitiva, de nuestra relación con la naturaleza. Asumir responsabilidad y comprometernos a reducir el consumo innecesario de productos plásticos puede generar grandes impactos positivos. Cada elección de compra de un consumidor, es un voto para una industria, para un modelo de producción, para una marca y para un tipo de producto. Nuestras acciones cuentan y nuestras elecciones construyen el futuro.

Fuente: Maite Durietz Licenciada en gerenciamiento ambiental, especialista en sustentabilidad y consultora B (@unaovejaverde).

Más información en parati.com.ar

   

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