En una nueva capitulo de Historias de Cemento junto a Cementos Avellaneda caminamos por las calles Madero, Bouchard y Av. Corrientes, donde fue imposible no detenerse a mirar la gran estructura del Luna Park. El mítico stadium inaugurado en 1932 gracias a la sueño de dos amigos de la infancia, Ismael Pace y José Lectoure, que levantaron un estadio en pleno centro porteño, que se convertiría en un testigo privilegiado de la historia contemporánea argentina.
Conocido como el templo del boxeo y el deporte nacional, también fue escenario de momentos simbólicos que marcaron la memoria colectiva.

El Luna Park nació originalmente como un estadio al aire libre, pensado para grandes eventos deportivos y, especialmente, para el boxeo, disciplina que lo catapultó a la fama. Con una gran estructura de hormigón, madera y hierro formaron las tribunas y el ring, construidos por la firma Mariani Hnos. La constructora contaba con experiencia en levantar estructuras similares para estadios de fútbol. El terreno, que en principio fue alquilado por los socios durante la década del treinta, pudo ser comprado. Para 1934 ya se había levantado otra tribuna y un techo de pliegues metálicos. Luego de la muerte de sus dueños, la gestión pasó a manos de las esposas y posteriormente al sucesor Juan Carlos “Tito” Lectoure, quien tomó las riendas durante décadas.

Tito levantó un gran escenario y tuvo la visión de utilizarlo para mucho más que boxeo, convirtiendo al estadio en un lugar rentable y versátil. Esa apertura fue clave, ya que por el escenario del Luna Park pasaron figuras y momentos históricos. Desde funerales, actos políticos, artistas nacionales e internacionales, hasta el casamiento de Maradona, este espacio se convirtió en un ícono de la cultura argentina. En 2007, su valor histórico fue reconocido al ser nombrado Monumento Histórico Nacional
El nuevo Luna Park para 2027
En la actualidad el Luna Park inicia una nueva etapa, bajo la gestión de DF Entertainment y Live Nation. Para 2027 el estadio será sometido a una renovación profunda que respetará su fachada histórica mientras moderniza por completo su interior. Se ampliará su capacidad, se mejorará la acústica, se incorporarán sistemas sustentables, nuevas áreas técnicas, espacios gastronómicos, camarines y zonas VIP. Ademas, contará con un Museo del Luna Park que buscará preservar su legado y recorrer su historia. La reapertura está prevista para 2027, abriendo el próximo capítulo de un ícono porteño que se prepara para seguir siendo protagonista del futuro.

Por su ring pasaron figuras que definieron épocas: Monzón, Bonavena, Accavallo, Gatica y Locche, entre tantos otros. Pero también fue la cuna de recitales y presentaciones que dejaron huella, shows multitudinarios que acompañaron cambios sociales, celebraciones, despedidas y momentos políticos clave. El Luna Park fue, y sigue siendo, un espacio donde el deporte, la música y la identidad argentina se cruzan de manera única.