Evangelina tomó el parking de un importante edificio de Buenos Aires y presentó su gran desfile en el marco de la primera edición de la Semana de la Alta Costura organizada por Elina Costantini.
Evangelina Bomparola presentó su colección "En el parking" en la segunda jornada de la Semana de Alta Costura. El desfile se llevó a cabo en Oceana Puerto Madero, el nuevo proyecto inmobiliario de Eduardo Costantini y reflejó una historia en clave de Alta Costura en un contexto real y cercano.
La colección desplegó todo el glamour y la sofistificación bajo un auténtico sello de vanguardia propio de la diseñadora.
"Esta colección es un homenaje a mi sabia abuela y a mi querido amigo Manuel Lamarca. Grandes maestros que hoy los siento cercanos colegas", comentó la diseñadora.
Siluetas de hombros bien marcados, una paleta de colores neón y muchos contrastes por sobre todo en todo: volumen/languidez, brillo/ opacidad… Alta Costura en un garage!
Las piernas también fueron protagonistas, se vieron faldas cortas, midi y largas. Bomparola nos inspira a usarlas con medias o leggins para quienes eligen el pudor como uso de razón.
Esta temporada nace una nueva sastrería muy grande que puede ser un elegante mini dress bordado a mano simulando escamas de algún animal mitológico nocturno.
El negro se eleva al contrastarlo con colores neón en simples detalles como lazos que marcan la cintura y bocetan un portaligas de medias.
El juego de volúmen se vio reflejado en lentejuelones bordados que decoraban las prendas a manera de escamas o piedras facetadas de distintos tamaños imitando caviar negro.
También se lucieron las texturas bordadas a mano en piezas de sastrería, vestidos, tops, pantalones y accesorios.
Siguiendo con el volumen, las hombreras se hacen presentes devolviendo a la silueta una nueva forma de poder explícito.
Las interminables hileras de volados caracol fijados con crin en los bordes marcan el vuelo nos hacen viajar a Madrid y sus tablados y aportan inmensidad a cuellos, mangas, faldas, puños y vestidos.
La textura protagonista fue el tafetán de seda natural, un noble material aliado que aporta glamour y sensualidad.
Como empoderada, aparece la sastrería en sacos largos de líneas rigurosas, con hombros marcados que se ciñen con cinturón y además aparecen en escena los más cortos que llegan hasta la cintura marcado una silueta súper chic.
Los géneros que intervienen en la colección son: raso, tefetán y crepe de seda natural. También la lana, el cachemere, el lurex con seda natural y el cuero en versión latex para acompañar piezas de tafetán y darles así un aspecto mas joven y actual al look.
Los colores fueron protagonistas para una silueta desenfadada y atrevida donde se parten del negro y hacen que se funda y confurnda con azul, fucsia, verde, oro y plata.