“Ay, qué miedo”, se escucha decir en el video. Es una voz aguda, infantil, apenas un segundo antes de la explosión. Luego, el estruendo, el humo blanco y los gritos. La cámara se sacude. Nadie entiende qué pasó.
El experimento, conocido como “Volcán de Lava”, era parte de la feria de ciencias del Instituto Comercial de Pergamino. Lo preparaban los alumnos con materiales simples: bicarbonato, colorante y vinagre. Pero algo salió mal.
En medio del caos, una niña de 10 años —Cata, como le dicen sus compañeros— quedó gravemente herida. Las imágenes muestran cómo el fuego alcanzó su rostro del lado izquierdo.
Horas después, mientras la escuela entera seguía en shock, un helicóptero del Ministerio de Salud de la Provincia aterrizó en Pergamino con un equipo médico. Prepararon a Cata para el traslado y, al amanecer, el helicóptero despegó rumbo a Buenos Aires.
“La niña respondió bien al traslado y alrededor de las 8 de la mañana la recibió el Hospital Garrahan, donde un equipo interdisciplinario de quirófano —cirujanos oftalmológicos, neurocirujanos y neurólogos— la estaba esperando para intervenirla”, informaron fuentes sanitarias.
La gravedad de las heridas en el lado izquierdo de su cara y la presencia de un cuerpo extraño requirieron una cirugía compleja. Por eso, se decidió su derivación urgente.
Durante la mañana, el director del Instituto Comercial, Raúl Bogarín, habló con la prensa. Visiblemente conmovido, dijo: “Lo que pasó fue un accidente inesperado. El experimento del ‘Volcán de Lava’ es una práctica común en ferias de ciencias y no estaba previsto que se produjera una reacción tan violenta.”
“Nuestro mayor deseo es que Cata se recupere pronto. Acompañamos a su familia en este momento tan difícil y estamos a disposición de las autoridades para esclarecer lo ocurrido.”
Mientras tanto, en el pueblo, los vecinos siguen compartiendo el video. Algunos no pueden volver a verlo. Otros lo detienen justo en el instante antes de la explosión, cuando una voz —esa voz— dice: “Ay, qué miedo”. Una frase que, sin saberlo, anticipó el silencio posterior, el susto colectivo y la conmoción que hoy atraviesa la comunidad de Pergamino.
Cata permanece internada en el Hospital Garrahan, acompañada por su familia. En la escuela, sus compañeros escribieron su nombre con tizas de colores en el patio, pidiendo que se recupere pronto.
Suscribite al newsletter de Para Ti
Si te interesa recibir el newsletter de Para Ti cada semana en tu mail con las últimas tendencias y todo lo que te interesa, completá los siguientes datos:


