“No lo vimos venir. No tenía un diagnóstico grave. Esto tiene que ser un llamado de atención”, dijo Nora Leguizamón, hermana de Laura, tras la tragedia en una nota que dio a Telefe Noticias.
Pasó una semana desde la masacre de Villa Crespo, pero el tiempo no alcanza para entender lo ocurrido. Laura Leguizamón mató a su pareja, a sus hijos y luego se quitó la vida. Su hermana, Nora, habló por primera vez con los medios. Lo hizo con miedo, con angustia, pero también con la necesidad de decir algo que tal vez pueda evitar otras tragedias: hablar de la salud mental.
“Mi hermana tuvo un episodio aislado el año pasado, fue tratada, y parecía estar bien”, contó. “Esto no lo vimos venir. Y eso es lo que más duele.”
“Mi hermana era feliz, buena madre, buena amiga. No lo entiendo. Esto me partió al medio”, dijo Nora, a una semana de la tragedia.
Una recaída leve, que no pareció alarmante
Según relató Nora, Laura había tenido un episodio de desorganización emocional hace un año. Hablaba con miedo de perder el trabajo o de ir presa, sin razones reales. Su esposo, Adrián Seltzer, incluso se contactó con su empresa para verificar que todo estuviera en orden. Y lo estaba.
Luego de ese episodio, Laura fue acompañada por un equipo de psiquiatras, medicada y contenida, asegura su hermana.
Pero unas semanas antes de la tragedia, volvió a mostrar signos de inestabilidad aunque más leves. La familia pensó que era algo pasajero. “Nadie imaginó este final. Nadie.”
“Mi hermana era una persona buena, generosa. Tenía una familia hermosa, estaban unidos, eran felices. Jamás imaginé que esto podía pasar”, dijo con dolor. Y agregó: "Mi cuñado era una persona maravillosa, fuera de serie. Igual que mi hermana".
El peso de lo invisible
“Esto rompió todo. El corazón, el alma, una familia maravillosa. Nos partió al medio. Nadie puede entenderlo. Y lo más difícil es que todos confiábamos. Nunca pensamos que algo así pudiera pasar”, dijo.
Nora no busca explicaciones mágicas, pero sí quiere que su testimonio sirva: “Me gustaría que esto sirva para prestar atención. Para que nadie más llegue a un lugar así. Porque yo tampoco pude ver la magnitud de lo que pasaba. Y eso me duele todos los días.”
“Mi hermana jamás le habría hecho daño a mis sobrinos. No era ella. En estos casos lógicamente estás enfermo de la cabeza y hacés cosas insanas”, prosiguió. "Empezás a querer manejar situaciones que son inmanejables. Difícil para una madre de familia hacerse cargo de que estás mal de la cabeza. Mi hermana siempre fue la súper Laura. Creo que cargar con las expectativas de esa manera es un tema. Todos confiamos", comentó.
En honor a mi hermana me gustaría que presten atención en sus familias. ¿Cómo no fui capaz de entender la magnitud de esto? Esto me partió al medio. Teníamos una familia hermosa, maravillosa, y esto rompió todo. El corazón. Se desintegró una familia increíblemente", cerró.
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