Flor Peña: "A mí todo siempre me cuesta mucho"

"Es actriz, canta, baila, actúa como los dioses... Tiene un talento único y para nosotros es un lujazo tenerla acá. Bienvenida a Protagonistas Para Ti, Flor Peña", fue la presentación que hizo Priscila Crivocapich para recibirla. "Gracias, muchas gracias... Igualmente, muy contenta de estar acá", respondió la actriz.

-Y me faltó decir: "Hoy brilla en Pretty Woman". Me faltó esa parte de de la presentación que me imagino que es un gran desafío, no?

-Sí, siempre cuando pienso en que en qué hacer, sobre todo en teatro, que es el espacio donde más me despliego y siento que soy una actriz de teatro por sobre todo lo demás, siempre pienso cómo superar mi marca. Siempre la pelea es conmigo, nunca con el afuera. Entonces, venía de hacer "Mamma mía", el anterior musical había sido "Cabaret".

En "Mama mía" la rompimos y dije, "bueno, qué desafío puedo tener donde tenga que evolucionar." Y "Pretty" es un poco más compleja, más virtuosa si querés para mí. Dije: "tengo que cantar mejor y más, tengo que bailar más"... La gente cree que soy Moni Argento. Hay algo ahí que no tiene que ver con quién soy como artista... Y como siempre he tenido una búsqueda muy ecléctica y siempre estoy tratando de ir por más, soy muy curiosa, intento.

-Y una artista muy completa, que no siempre suele pasar, ¿no?: hacés todo bien...

-Me formé desde muy chiquita con muchas cosas, ¿no? Mi madre siempre me forjó mucho el estudio, yo empecé muy chica, tomaba clases de todo, de danza, de zapateo americano. De hecho en la obra me doy ese gustito con el zapateo desde muy chiquitita. Estudiaba actuación y le puse mucha garra a la actriz. No me dediqué al canto más que cuando actúo, pero le pongo pila, tomo clases y sigo estudiando, porque me parece que la excelencia es lo primordial para mí. Cuando voy a hacer algo, necesito que sea excelente.

Después el resultado final puede ser mejor, peor, no nos pertenece. Pero yo le doy mucha bola al camino, a todo lo que significa el proceso, que me parece que es algo que en este momento lo estamos como dejando de lado.

-Sí, porque van a la inmediatez y al resultado.

- Y para mí es al revés, sobre todo en el arte. Me parece que el arte te construye cuando vos tenés un proceso interesante, que te nutre, donde eso te hace mejor. Creo básicamente en los procesos. Después uno trabaja para que el resultado sea bueno.

"No me importó el tema de la edad cuando me plantearon hacer Pretty Woman"

-Sí, pero el resultado está en vos misma también, en la construcción de tu carrera, en cada uno de los desafíos y de las propuestas que te van llegando y se ve. Entonces, el camino lo elegiste bien. Y hablaba de de desafío en "Pretty Woman" porque también es una obra que hacés que nos lleva a una actriz que tenía 23 años, es algo icónico, y hoy te plantean esto a otra edad completamente diferente. ¿Pensaste en todo eso cuando te lo propusieron?

-Sí y no me importó nada, como todo lo que hago: no me importa nada, lo que diga de afuera. Cuando vi el material -que viajamos a Madrid a verlo-, yo dije, "Acá hay algo." El el libro me pareció interesante, a mí me gusta siempre interpretar a las losers, es lo que más me divierte, como esas mujeres que necesitan encontrarse, que necesitan empoderarse. Yo venía de hacer Dona que es un personaje en Mamma mía que ya estaba apoderada, que se llevaba el mundo puesto yhabía decidido ser madre soltera.

Y ésta es como es alguien que no se encontró a sí misma, no sabe qué quiere, entonces hay algo de ese universo que me gusta. Yo había hecho "Sweet Charity" que también tiene algo que ver con este personaje y dije: "Este personaje me encanta."

-¿Pero esa parte te identificó en algo en tu vida, en algún momento de tu vida en donde hoy, por supuesto, sos una mujer completamente diferente?

-Yo creo que hay algo de mi manera de ser que tiene que ver con que a mí todo siempre me cuesta mucho. Nada me sale fácil...

-¿En qué sentido?

-En el sentido de que a todo le tengo que poner mucho esfuerzo. O sea, las cosas salen, yo le pongo al deseo, le pongo acción, voy en busca de lo que quiero, cumplo mis sueños.

-No parece que fuera así, porque se te ve tan segura, tan resuelta, como que las cosas fluyen, pareciera que las cosas te llegan de manera perfecta.

-No, las cosas las genero, las busco, nada me llega como armado y listo para que yo brille. No, nada de eso sucede en mi vida; siempre es mucho trabajo, mucho esfuerzo y también eso es lo que me constituye, lo que me hace que yo sea quien soy.

Por toda esa resiliencia, por toda esa manera que tengo de intentar que el afuera no entorpezca mi deseo, sobre todo cuando yo no molesto. Yo siempre pienso que el límite de la libertad personal es cuando vos estás haciéndole daño a alguien. Pero mientras tu deseo y tu vida sea tuya, como la mía y la de mis hijos, recibimos críticas, lo que fuera, pero nosotros no le hacemos mal a nadie...

"Tengo una manera de criar a mis hijos no muy ortodoxa"

-Sí, pero así todo, hablás de tu libertad y esa libertad, tu manera de mostrarte como una mujer tan segura, genera incomodidad. O sea, siempre el afuera genera críticas.Por supuesto, también debe venir desde el lado de la admiración, porque a cuántos les gustaría tener tu liviandad para algunas cosas?

-Sí, ¿no?Creo que hay algo de las mujeres fuertes que siempre generamos muchas cosas afuera. Nos pasa sobre todo a las mujeres que tenemos una energía... No es que tengo una energía masculina, pero tengo una energía como yo voy para adelante, yo soy independiente, no dependo de nadie, sólo de mí.

Y entonces hay algo de esa energía que -supongo que debe generar, que debe interpelar-, pero no me puedo hacer cargo de lo que genera. Yo intento siempre contar o abrirme en aquellas situaciones que puedan llegar a ser útiles para otras y otros.

Entonces, hay algo ahí que si te sirve, "esto me pasó", yo soy muy open, me banco la que viene, defiendo lo que siento que tengo que defender y entonces digo: "Si algo de esto les sirve, les cuento cuál es mi experiencia." Pero más allá de eso, no tuve un camino como si yo te dijera, "Ay, qué fácil, cómo todo se abrió tan fácilmente." O sea, por cada cosa buena vienen 10 palos, ¿viste? Y no diez palos verdes, sino sería genial... Me dan, me dan, me dan.

-¿Y por qué creés que te dan tanto?

-Yo creo que un poco por mi ideología, -bastante- por mi ideología. Pero sobre todo porque me muestro como tengo una manera de criar a mis hijos como que no es muy ortodoxa.

-¿Cómo es Flor como mamá?

-¡Genial! Bueno, tendré mis cosas. Tengo tres varones: 22, 16 y 7. Tengo tres generaciones, tengo tres hijos mega hermosos, pero no hermosos porque son lindos, tienen lindo corazón. Me ocupé de que sean empáticos, de que sean respetuosos, de que sean amorosos y que además puedan ir en busca de lo que sueñen. Yo voy a estar siempre ahí apoyando y bancando.

También en casa siempre se respiró mucho arte porque su papá -el papá de Juan y de Tomás, de los dos más grandes, el de mi primera gestión, como digo yo- es músico, y siempre estaba la música y la actuación. Mi segunda gestión es Ramiro con Felipe. Él tiene sus dos hermanos más grandes y me tiene a mí que me acompaña mucho al teatro. Tengo tres hijos con personalidades muy fuertes. El más grande de chef.

-¡Con la mamá que tiene! Bueno, puede pasar lo contrario también...

-Sí, claro. Toto es más perfil bajo, pero en su intimidad con sus amigos es super líder y tiene un talento enorme para la cocina. No puedo entender de dónde salió porque nadie le cocinó en la vida. Pero es un genio... El padre y yo tenemos talento para la cocina pero ninguno tiene tiempo, así que no le hemos cocinado a los chicos nunca.

Juan, digamos, tiene una veta artística muy potente y, va a seguir mis pasos. Tiene algo de comunicador, Juan, que yo también lo tengo. Aparte de todo lo que hago, me gusta conducir y me gusta entrevistar y me parece que hay algo de esa comunicadora que yo tengo.

Y yo siempre le digo la humildad dijo ante todo, porque yo empecé muy chiquita y y para mí el respeto en este trabajo para mí tiene que ver con llegar temprano, con saludar a la gente cuando entrás a un lugar. Hay algo de eso que sí yo estuve como encima de mis hijos para que fueran así. En casa se toca la puerta antes de entrar en una habitación, respetamos las individualidades.

Nunca se comió a ninguna hora, si queremos comer juntos lo programamos, sino cada uno come a la hora que quiere, que puede.

"Somos una familia donde mamá está siempre si me necesitan"

-¿Todos viven con vos?

-Todos viven conmigo, lamentablemente (se ríe). Pero escúchame, el más grande se encarga de la cocina. No creo que se vaya por ahora, no lo vislumbro en un futuro lejano. Cuando empiecen a irse, el nido vacío va a ser un tema. Por suerte tengo una vida tan plena...

En casa tenemos algunos hits, una vez por año nos vamos todos juntos de vacaciones. Con novios, novias, amigues, lo que fuere, pero nos vamos todos juntos, eso es inamovible. Porque es como nuestro momento de encuentro, porque durante la semana tenemos pocos momentos de encuentro.

Juan todavía va a la escuela, Toto cocina mucho y a veces no lo veo, se va a la casa de la novia. Felipe se tiene que acostar temprano por la escuela, entonces por ahí yo estoy en el teatro y ya no los veo cuando llego, pero siempre intentamos encontrar espacios de calidad. No somos una familia de cantidad de horas juntos, pero sí somos una familia donde mamá está siempre si me necesitan.

-Y cuando por ahí pasan momentos en donde en esta parte que decías "me cuestan algunas cosas" " o "me pegan", ¿ellos lo sufren?.

-No, nos reímos bastante de la situación ya a esta altura. Y sí, obvio, si no te ven a vos con dramatismo no lo transmitís. Obviamente que hay algunas cosas que son más complejas que otras, a veces se meten en lugares que no están buenos, pero como yo siempre estoy del lado de la verdad, que nada tiene que ver con quién soy ni con lo que sucede, entonces nos reímos y por ahí Juan que es el más gracioso viene y me trae lo que le ponen a él.

-¿Alguno contesta o se va de boca o alguna vez?

-Juan es el que más contesta. Pero porque le divierte. También como que aprendimos a lidiar con eso y como somos una familia nos reímos mucho de nosotros. El hecho de poder reírse de uno mismo, eso es muy interesante porque tira por la borda cualquier agresión que venga de afuera porque primero te reíste vos. Entonces, no sé, cuando fue lo de justamente "Pretty Woman" que todo el mundo me criticaba por los 50, la primera en reírse de eso fui yo.

Decir: "me estoy dando este gusto, tengo 50 y estoy haciendo el personaje de una chica de 23." Este es como un homenaje a Julia Roberts, en la obra me río de eso. Nosotros nos reímos mucho. Creo que en ese sentido el humor es algo que está presente no solamente en mi vida personal con mis amigos, sino con mi pareja. Con Ramiro (Ponce) tenemos una relación de mucha gracia, y también con con los chicos.

"No podría estar con alguien que no estuviera atravesado por el humor"

-Es lindo estar atravesados por el humor. Ramiro se hace...¿él también es así?

-Sí, es muy gracioso, de muy buen sentido del humor. No podría estar con alguien que no fuera así.

-¿Cómo se pelean?

-Nos peleamos, sí.

- Me imagino por el carácter...

-Bueno, yo soy una escorpiana fuerte y él es un ariano fuerte. Y tengo mucha gente ariana muy cerca mío. Las dos parejas que tuve más importantes son arianos y también tengo muchos amigos arianos. Pero también es lo que trabajamos mucho. Yo trabajo mucho conmigo y, Rama y los chicos también. Hacen terapia y está bueno eso.

Y hay algo de encontrar salir rápido del enojo. Sobre todo lo practico mucho con mis hijos. Lo que me molesta o no me gusta, lo digo y instántaneamente se borró, se deleteó. No nos quedamos en el rencor o el "no te hablo". Fluimos, te digo lo que me pasa, vos me decís a mí. Con mis hijos tengo una relación donde ellos también me reclaman cosas que yo pude haber hecho mal, -raro porque çen general todo bien-, pero bueno, te lo tomo.

-Ya dijimos que el título es "como madre, soy genial"...

-Soy así genial... Me gustaría que ese sea el título de la nota, (se ríe). Cuando me reclaman algo siempre hay escucha en casa, y con mi marido es igual.

-Las peleas con Rama, ¿no está esa cosa de dar portazo y no hablarte por dos días?

-Ay, no. Me muero... Discutimos y a los 10 minutos, movemos, hay que mover.

-¿Y cómo sos en el amor a los 50?

-Para mí es el mejor momento, estoy en mi mejor momento, pero porque hay un aprendizaje, antes hablábamos del camino y de la construcción, ¿no? Si vos hiciste más o menos las cosas bien, si fuiste consciente, si cuando te caíste y te levantaste, aprendiste, si entendiste que hay algunos aprendizajes que vienen porque tienen que ser así, si vos transitaste la vida de una manera realmente profunda y consciente, no hay manera de que no hayas crecido y no hayas evolucionado.

-Pero eso a veces en la mujer por ahí es como un poquito más fácil. ¿Viste que la mujer tiene mayor sensibilidad y que un hombre te acompañe también a la par, es más...?

-Está bueno eso. Tanto Mariano, mi ex, que al ser músico y artista tiene una parte como de mucha sensibilidad, Ramiro también la tiene. Y creo que no podría estar con él si primero no le gustara el arte. Porque además es un gran compañero de vida, hay algo de su sensibilidad que hace que podamos charlar y él pueda hacerse cargo de las cosas que por ahí yo puedo sentir que no están buenas y viceversa. Quizás las mujeres tenemos una escucha un poco más abierta que el hombre que es más cerrado, tiene que ver con la inteligencia emocional.

Los hombres no trabajan mucho su inteligencia emocional, pero Ramiro trabaja mucho con él y eso a mí me encanta. Hemos evolucionado, hace 12 años que estamos juntos y hemos ido evolucionando juntos en la manera de querernos. Creo realmente que los 50 años que no son los mismos de antes: yo me acuerdo cuando yo era chiquita, mi abuela tenía 50 y para mí era una abuela.

"Hay que haber fracasado para poder erguirse y poder sentir que uno hace callo"

-Hoy podés ser abuela, pero una abuela cancherísima!

-Total. Entonces, hay algo de esta edad que tiene que ver más con la experiencia de vida. Obviamente la vejez es la vejez, y uno va envejeciendo. Me duelen las rodillas, y eso es algo que viene con la vejez, de la articulación. Hay que tratar de entrenar, llevar una vida sana, pero también hay otra conciencia a la hora de la alimentación, hay otra conciencia con respecto al cuidado. Yo no soy una obsesiva, yo me cuido tanto mi cuerpo que es lo que me contiene, pero no tengo esa obsesión de estar espléndida todo el tiempo.

-¿Cómo te llevás con el paso del tiempo?

-Me relajo. Envejecer no es fácil, creo que está bueno poder decir, "Che, sí", verme, sobre todo yo que trabajo para la cámara. Mi cara va entrando en otras zonas, y sí, hay que acomodarse a eso. No quiere decir que uno no lo entienda y no lo acompañe. Pero eso no es sufrirlo. No sufrirlo en términos de creer que lo que tenemos para dar está puesto en cómo se nos ve. No hay no hay nada de eso real.

-¿Pero quizás la mujer lo sufre más porque estamos en una cultura muy machista?

-Sí, yo creo que además estamos en un momento donde las redes sociales han puesto la belleza en un lugar muy primordial. Entonces, de repente a mí me critican mucho como me tildan de señora cuando yo por ahí me muestro más más sexy y me dicen "señora métase para adentro", como si la edad tuviera que ver con como uno se siente. Y me parece que eso es algo porque también en este momento del mundo la juventud cobró un papel preponderante.

Cuando yo era joven, los jóvenes estábamos en una zona donde como no teníamos la experiencia, quienes tenían la experiencia eran los más grandes. Apuntábamos a convertirnos a mirar a esa generación. Ahora nosotros estamos como obligados a mirar esa generación joven, que para mi gusto está buenísimo porque trae como un aire fresco.

Pero por otro lado le falta un montón de agua que corra por ese río. Y yo lo veo en mis hijos, a veces le digo a Juan: "Pará, pendejo, o sea, tenés 16 años, bajá a tierra porque te falta, ¿sabés lo que te falta aprender todavía?". Por más que él es muy piola y tiene una cabeza muy abierta, le digo "tenés que recorrer, hay que gastar zapato".

Cuando nosotros en el teatro decimos "tiene mucha sandalia gastada, tiene mucho taco gastado", es alguien que se ha subido mucho al escenario y la vida es un poco eso, ¿no? Sobre todo hay que fracasar, hay que haber fracasado para poder erguirse y poder sentir que uno hace callo.

-¿Y en qué sentiste que algo fracasó?

-Uff, mil cosas. Desde una relación, cuando yo me divorcié la primera vez, para mí fue durísimo, porque yo vengo de una relación como la de mis padres, monogámica, de 54 años, donde ellos me enseñaron que el matrimonio y la familia son unidos. Y cuando eso se partió yo quedé con las estructuras con las que había sido criada como tambaleando y se me tambaleó el mundo.

-Qué loco, porque también uno te ve de afuera tan libre en tantas cosas que no te pones a pensar que eras una persona que quería una familia tradicional.

-Después crecí. Me acomodé. Te adaptás, fui en busca de mi real esencia y lo que fuera pero en ese momento yo creí que el mundo se terminaba. Fue terrible. Y después ponele para mí es importante... Yo soy una mujer de mucha acción, entonces, yo me levanto un día y digo, "deseo tal cosa... vamos a por ello". Y por ahí no sale como lo esperabas, o trabajaste muy duro para que eso suceda de una manera y eso no sucede de esa manera y por ahí sucede de otra.

Y estar abierto a la posibilidad de moverse y de que las cosas no son de una manera y que pueden cambiar, y que por ahí el camino te va mostrando que arrancaste con ese objetivo, y de repente eso se bifurca y encontrás que hay otras cosas que pueden ser tanto o más interesantes que lo que planeaste a priori...

Esa manera de estar moviéndose, es una manera que yo creo que es la que va y es la que te pone en un lugar de no tanta decepción. La frustración constante no está buena. La frustración tiene que ver con lo que uno proyecta. "Ay, yo lo lo veo blanco y si no es blanco, qué frustración!": no, pará, puede ser rosa, negro, rojo. Bancala.

"No hay que enamorarse de ninguna idea porque no la podés soltar"

-Creer que lo pasa es mejor...

-Sí, abrirse a la posibilidad de que hay algo. Yo soy de las que creen que yo hago, ¿no? Y siento como que el universo me ubica, ¿no? Entonces me empieza como a guiar y si yo estoy abierta a esa situación, sufro menos las decepciones. Porque las tengo, -las tenemos todos-. No hay éxito, porque por ahí hay algo de que las personas que ocupamos lugares más masivos o que la gente nos ve y ocupamos lugares donde no somos, hay como una creencia de que nuestra vida es hermosa. Y nuestra vida es como la de cualquier ser humano, con cosas hermosas, con cosas que no están tan buenas y con cosas difíciles.

El punto es cómo te adaptás a eso. El poder de adaptación, -que es también es algo que yo les enseño mucho a mis hijos o que hemos hablado mucho con mis hijos-, es no te aferres a nada. Nosotros tenemos como un principio siempre, sobre todo cuando estás creando algo en lo artístico que es: no te enamores de ninguna idea. Porque cuando vos te enamorás de una idea, no la podés soltar.

Por ahí hay que soltarla, por ahí tuviste una idea genial que te parece a priori divina, y la empezás a llevar a cabo y decís "no es el momento, no resulta esta idea, desenamórate ya". Siento que la edad me llevó a entender que cuanto más liviana yo me manejo, menos me decepciono.

Entonces, me llaman para un trabajo y hasta que no está realmente firmado, no me hago ilusiones. Antes si ese trabajo se caía, quedaba de cama. Ya no quedo de cama por nada. Ahora lo único que me da impulso de vida, mi pulsión de vida, mi energía vital tiene que ver con el hacer. Y el hacer te muestra a veces que algunas cosas están buenas y otras no.

-Es que hacés tanto... Teatro, cantar, bailar, tele, series, estás en conducción. ¿Qué es lo que pensás que te iluminaría hoy, o qué nuevos desafíos te gustarían? Porque si uno tilda en tu carrera es todo...

-Para mí el teatro es mi motor. Es el lugar donde yo me despliego, donde yo busco encontrarme con con otras cuestiones que tienen que ver con mi primera elección de ser artista cuando lo tuve a los 7 años. Después me gustan un montón de cosas. Solo que a veces le doy prioridad, sobre todo teatro musical, sé que no puedo hacer ni peli ni series, porque no me puedo levantar temprano. Tengo que cuidarme la voz.

Después digo "voy a soltar un poco el teatro, sobre todo el teatro musical, que es lo que menos te permite tener una vida de levantarte a las 7.30... Voy por ahí a dejar un rato el musical para poder hacer cine, o para poder hacer tele. Las películas que he hecho, las he tratado de meter entre los intervalos. Voy fluyendo, pero nada lo tengo como demasiado pensado. Voy sintiendo, voy intuyendo. Me acuerdo cuando habíamos hecho "Casados con hijos" en el gran Rex...

-Te fui a ver y fue espectacular...

-Fue mega éxito y fue hermoso. Y entonces dije: "Después de eso, ¿qué hago?¿Qué hago después de esta energía de amor"... Éramos los Rolling Stones! Y un día llegó un llamado para hacer "Mamma mía" y me habían llamado para hacer un montón de cosas en teatro, y nada me había terminado de...

Y la olí, la intuí, dije: "¿Sabés que sí?". Pero no me lo esperaba. Hay algo de esa manera que yo tengo de dejar que las cosas sucedan que está bueno. Después, obviamente, hay cuestiones que tienen que ver con que yo amo lo que hago, pero también vivo de lo que hago. Entonces no me puedo tomar un año sabático, soy una laburante.

"Somos una familia con mi marido hacemos un team relindo"

-Está muy bien. Está bueno que lo aclares porque también la gente de afuera piensa que todos son multimillonarios.

-No, hay algunos que sí lo se son, pero son contados con los dedos de las manos. Después somos laburantes y como cualquier argentino, cuando la Argentina sube, baja, nos afecta todo. Yo de alguna manera soy muy independiente económicamente. No dependo de nadie más que de mí y somos una familia con mi marido hacemos un team relindo, pero los dos somos laburantes. Entonces, a veces está el tema de "¿y ahora qué voy a hacer?". Pero siempre confío en qué va a pasar.

-Y hablábamos de la gente en la calle, ¿alguna vez quisiste o pensaste en lo que sería volver al anonimato?

-Es que ya no puedo. Me gusta cuando viajo al exterior. Me pasa que -obviamente siempre hay argentinos- pero es a una escala muchísimo menor. La gente conmigo es muy amorosa, hay algo de de cuando hacés reír...

-Siempre hacés reír, y está Moni (Argento).

-Sí, hay algo ahí también de Moni, de 20 años de repetición. Cuando hacés reír la vuelta es muy hermosa, porque hay historias detrás de eso que uno como intérprete las desconoce... Me dicen "yo estaba en un momento de mucha depresión y te veía y me hacías reír, y me me sacaste una sonrisa, en momentos duros"... Hay tanto de eso, hay tanto de llevar alegría a lugares que por ahí no la hay, de llevar luz en en lugares donde hay oscuridad, que esa vuelta es muy hermosa y amorosa.

Yo cuando salgo del teatro, la gente me está esperando y es un ritual muy hermoso escuchar "te vimos acá y te vimos allá, y te fuimos a ver acá y te fuimos a ver acá, siempre ,con tanta gracia y siempre tan linda y nos haces reír". En términos de fama hoy todos somos famosos: el kiosquero de la esquina, si quiere, se pone en YouTube y se hace famoso.

Entonces, la fama como resultado, la fama como llegar hacia un hacia algún lugar, nunca estuvo en mi prioridad. Yo no soy famosa, yo soy una actriz que como la gran consecuencia actriz tiene la fama de ser conocida, pero lo mejor que podés darme a mí es la retribución desde lo artístico, es decirme "me hiciste emocionar, me hiciste reír, me hiciste pensar". Hay algo de eso que es por lo que yo también actúo, ¿no?

Yo siento que el ritual del teatro, es el único donde sucede esto: yo dejo, en este caso con "Pretty Woman" que es hoy mi obra, dejo 2 horas y 20, mis problemas, mi existencia, mis hijos para estar ahí dando algo a hacia quienes están sentados. Y esos que están sentados, están dejando 2 horas y 20 de su vida para recibir lo que nosotros vamos a darles. Ese ritual de dar y recibir, lo que recibo desde la platea es tan enorme que a veces siento que estoy recibiendo más que estoy dando.

Esa cuestión que se da energética, es algo tan maravilloso que yo no lo cambio por nada. Y eso no lo tenés en el cine ni en la tele, porque no sabés lo que está pasando del otro lado.

-No, y te he visto salir en el teatro y que el teatro se caiga aplaudiendo...

-No, no hay vuelta más hermosa. Por eso también creo que los cantantes -y por eso también me gusta tanto cantar- entienden perfectamente porque mueven esa energía. Y la energía del canto no tiene comparación. Entonces, fijate cómo los cantantes y los futbolistas -cuando salen a la cancha-... hay algo de esa energía que yo no la cambio por nada, y tiene que ver con estar ahí, y es aquí y ahora, como debería ser la vida. Y eso es lo que nos cuesta un montón: pensar en cómo seguir, no pensar en lo que te pasó.

Si pudiéramos entender que la vida es como el tenis. Una vez lo escuché a Nadal decir algo que me pareció genial: "la pelota que estoy jugando, la que ya pasó, no la puedo volver a atrás y si me quedo colgado ahí, no estoy jugando y tampoco es la pelota que viene. Es esta pelota. Y creo que en el deporte se ve mucho más claramente: el fútbol significa la vida en equipo, que no está solo; pero el tenis es manejar la cabeza.

Y la pelea es contra uno mismo: si entendiéramos no hay enemigo afuera. El enemigo está dentro. Porque aunque vos sientas que hay un enemigo afuera, ese enemigo no es real. Ese enemigo sos vos dándole importancia o dándole cabida a que alguien pueda ejercer poder sobre vos. No hay poder externo importante o imponente si vos no se lo das.

Y yo creo que la pelea fundamental que trazamos a lo largo de nuestra vida tiene que ver con nosotros mismos, con encontrar la fuerza interna, con encontrar el valor para ir en busca de lo que uno quiera, no importa lo que te quieras dedicar.

"No nos salvamos solos: hay que tender puentes"

-Ay, pero hablás de tanto trabajo personal...

-Es que no hay manera de existir, -mirá lo que te voy a decir-, en un mundo tan cruel, tan difícil de habitar, porque no es solamente una cuestión de Argentina. Hay algo en el mundo que se ha puesto en un lugar de poca empatía, de no entender que no nos salvamos solos, de que tenemos que tender puentes.

Esa fuerza amorosa, emocional, de mirar al otro y encontrar en el otro una respuesta que uno no tiene y viceversa, que parece trillado pero mirá: yo tuve un amigo muy querido, casi un hermano elegido de la vida que estuvo a punto de morirse. Y con él hablábamos, era un ser muy espiritual y esa conexión lo llevó a poder salir esa situación en la que él se moría. Realmente si él no hubiera tenido un interés y una fuerza espiritual, de ésa no salía.

Y me acuerdo que un día hablando, él me decía algo tan tonto y tan trillado como que te salva el amor terminó siendo el único motor por el cual yo hoy estoy vivo. Es el amor propio. ¿Viste esa cosa de de creer que son las frases de autoayuda?: Es real. Si vos no te levantás a la mañana, -por más que estés deprimido, triste, todos tenemos días complejos-, creyendo que vas a poder, se hace muy difícil la vida, y ni hablar cuando perdés a tus seres queridos. Hay que estar fortalecido para poder vivir.

-Qué linda toda esta parte sensible también y de trabajo personal. Hablaste de seres queridos y me das el pie porque escuché que perdiste a tu papá y que hablás con él.

-Sí, hago registros akhashicos... Para contarle a la gente qué es, abrir los registros, es conectar con tus guías espirituales. Yo lo venía haciendo desde hace mucho tiempo, primero lo hacía con una española, después lo estoy haciendo acá con alguien que siempre les digo: "después escríbame en las redes porque yo les paso el dato."

-Eso fue por búsqueda personal, por la vida...

-Sí, yo siempre fui muy espiritual y como que no creo en lo tangible solamente. Somos energía.

-Acabás de dar todo una explicación de lo que le pasó a tu amigo y si uno se levanta y se mira al espejo todos los días y dice, "Soy espectacular, pasa...

-Total. Entonces digo, hay algo de esa búsqueda que yo siempre he tenido que tiene que ver con con mi parte espiritual, o sea, que yo la he tenido siempre. Desde chica, venían chamanes y yo me anotaba en los cursos o el Reiki. Tengo una amiga que vive en España, y me dice "hacé la experiencia, no te puede pasar nada". Yo estaba buscando ser mamá en ese momento. Estábamos en busca de mi tercer hijo.

Inmediatamente ella cuando me abre los ojos me dice: "Me están diciendo que te diga que vas a ser mamá por tercera vez." Yo no había abierto la boca, la española no me conocía ni sabía ni quién era. Fue una experiencia muy hermosa, muy cálida, amorosa.

Y después la empecé a tener, mi papá se muere y yo dije, "Bueno, en algún momento que quizás mi padre conecte." Y fue así, abrí un día los registros con alguien, yo lo hago ahora también con alguien en Argentina que se llama Ricky, -que le mandó un beso- que escribió un libro muy hermoso sobre eso, y un día me apareció mi papá.

"A mí papá le costaba mucho mi libertad"

-¿Vos quisiste ir a buscar a tu papá?

-Sí, yo estoy segura. No creo en la muerte, nunca creí en la muerte, yo creo en la reencarnación, que nos vamos a otra dimensión, que estamos en otro lado sin cuerpo, pero que estamos ahí.

-O sea, ¿no le tenés miedo a la muerte?

-No, he visto documentales muchísimos, he leído muchos libros de gente que ha estado muerta clínicamente y ha contado sus experiencias, y en general todos -casi todos- que no se conoce entre sí, cuentan lo mismo. Es ese otro lugar muy amoroso donde nos reencontramos, en realidad nos reencarnamos en grupo, quien fue mi papá seguramente en otra vida fue alguien distinto, hay todo un universo...

-Somos un gran grupo álmico y es así.

-Y en algún momento esos hilos se cruzan y llegan a nuestras vidas las personas que nos traen aprendizajes nuevos. Yo no había tenido una gran relación con mi papá en vida. Habíamos tenido una relación bastante dura porque a mi papá le costaba mucho mi libertad.

-¿Era más rígido, más estructurado?

-Sí, claro. Estructuras que tienen que ver con una generación que fue criada por otras estructuras incluso más complejas, a lo cual mi papá y yo no teníamos una gran relación y a partir de su enfermedad terminal, nosotros conectamos un montón. Y mi papá pudo entender antes de irse que yo iba a estar bien, que yo podía valerme por mí misma, pero era algo que no entendía mi viejo.

-Pero ahí sí es una cultura más machista, eso de que la mujer pueda sola...

-Entonces me acuerdo que ya mi papá estaba en las últimas y yo le decía, "Papá, quédate tranquilo." Y él siempre me decía, "Yo te voy a cuidar siempre. Esté, donde esté siempre te voy a cuidar". Porque siempre la frase de él era, "Déjame que te cuide." Y yo le decía: "Sí, papá, yo estoy bien." "No, no, pero es que yo siento que vos necesitás que yo te cuide."

Entonces, cuando mi papá muere, a los meses largos porque el tiempo en esa otra dimensión no es el tiempo de acá. Ricky, de los registros akhashicos también me decía, "Mirá que el tiempo allá es mucho más rápido que acá, acá es más lento, acá pasaron 6 meses, ahí pasaron 10 minutos, entonces hay que ver si tu papá está para conectarse." Y un día abrimos los registros y mi papá estaba ahí. Siempre que lo abra ahora, mi papá está ahí porque se transformó en mi guía.

Entonces me dice "veo a una persona con un suéter anudado en en los hombros". Mi papá siempre usaba un suéter así, era muy pituco. Me dice "está con una sonrisa muy grande, se está riendo", porque el humor un poco lo tengo por mi papá, era muy gracioso." Me dice, "se está riendo." Y me dice que te diga esta frase: "Él te sigue cuidando." Y yo dije, "Uf uf uf", me desmoroné, y a partir de ahí tuvimos charlas muy hermosas, muy profundas, de cosas que no habíamos podido resolver en vida, de discusiones y de cosas que él me pide perdón ahora.

Me dice, "¿te acordás de tal cosa?"... Porque la relación con el guía o con la medium es "me está diciendo que te diga... que aquella discusión en tu casa", y me da detalles de cosas que solo él y yo sabemos.

Él hizo lo que pudo o no pudo, me pide disculpas y una de las cosas que más me impactaron fue cuando él me dijo "me está diciendo que te diga tu papá que le costó mucho entender tu libertad". Yo sabía que eso era así, pero él no me lo había dicho de esa manera. "A él le costó mucho entender tu libertad y te pide muchos perdones por eso". Y yo siempre lo cuento...

"No somos enemigos por tener pensamientos distintos"

-Y te emociona.

-Porque es tan sanador conectar porque esas personas se vuelven mucho más profundas y conscientes. Mi papá está en otro estadío, mi papá está entendiendo y viendo cosas que en vida no las podía ver, porque los seres humanos tenemos otras limitaciones, otras contradicciones, pero yo estoy segura que si mucha gente lo hiciera sería tan sanador. No digo que dejen sus terapias tradicionales, hay que también trabajar la mente, ¿no? Nos hemos dado cuenta que la salud mental también es importante.

Atender nuestra cabeza y entender que también nos podemos enfermar de la cabeza, peroalimentar el espíritu, saber que también somos personas espirituales, que estamos conectadas con algo muy superior a nosotros... El mundo está lleno de religiones.Y esas religiones son saltos de fe. A Dios no lo conocemos. Yo no pertenezco a ninguna religión.

Si te tuviera que decir, soy más budista que otra cosa, pero no creo en la religión católica, no soy judía, no soy musulmana, pero respeto todos los credos. Y esos credos son saltos de fe. ¿Y por qué si hay gente que cree que hay un Dios, no podría creer en que hay un universo y hay un ser superior que puede llamarse de cualquier manera, o que hay seres que viven en otra dimensión que no han muerto, pero que han evolucionado?

Todos son saltos de fe. Entonces, todo sirve para poder existir de una manera más amorosa. Y a mí me está sirviendo muchísimo abrir mis registros, conectar con mis seres superiores, entender cuál es el mensaje. "La estoy pasando mal con esto, no sé qué hacer, ¿me entendés? Yo lo cuento porque -te juro- no sé la cantidad de gente que, por suerte, conecta y lo ha hecho porque me consta. Hay una comunidad muy hermosa del otro lado y yo siempre pienso "tenemos la responsabilidad de quienes ocupamos lugares en los medios de llevar un mensaje de tranquilidad".

Yo tengo una manera de pensar, la expreso, pero soy respetuoso de quien no piensa como yo. Pero de ninguna manera creo que podemos hoy hablarnos desde un lugar de odio, de resentimiento, de querer matar o que el otro muera solamente porque piensa distinto. No somos enemigos por tener pensamientos distintos.

Yo creo que en las disidencias hay grandes y profundas maneras de existir. Yo convivo en la vida con amigos que no piensan como yo. No estoy buscando que piensen como yo y en esos debates que se dan en la cotidianidad, es donde crecemos.

-Se supone que estamos acá para evolucionar, para ser mejor persona, para desarrollar la empatía y para sanar esas cosas, entonces encontraste el camino para sanar con tu papá...

-Y seguramente cuando mi madre ya no esté, también será un camino porque además creo que las relaciones tan importantes como las de padres e hijos, si tuviste una relación consciente... A mi mamá también le ha costado muchísimo mis maneras. Mi mamá también se tuvo que adaptar...

-Bueno, un aprendizaje para ellos fuiste.

-Mi hijo habla abiertamente de su sexualidad, de su condición y para mi madre eso también es algo que ha tenido que aprender y yo le agradezco mucho que ella haya hecho el trabajo de evolucionar. Como también me agradezco como mamá poder romper estructuras que no te voy a decir que hay cosas que me son fáciles y las tengo a la mano.

Tener hijos libres hace que uno tenga que trabajar con uno bastante, y también romper estructuras con las que uno fue criado. Aceptar, yo quiero estar a la altura de ser la mamá de mis hijos, como ellos han estado a la altura de ser mis hijos. No soy una mamá tranquila. Y ellos están a la altura de ser mis hijos, me bancan a muerte, aunque no estén de acuerdo con cosas que diga o haga, me dicen "mamá, te amamos como sos, no le hacés mal a nadie, sos ésta que sos, acá estamos para vos". Y yo siento lo mismo: soy una mamá que está para ellos y quiero que sean libres y felices.

-Hermoso, Flor. Fuimos por todos lados y la verdad que toda esta última parte sensible es como que movilizó a la gente que está del otro lado también. Gracias por haber conocido toda esta parte más sensible y salir de lo que es tu talento, tu trabajo, tu brillo... Es un lujo haberte tenido acá, sos una número para nosotros, así que todos los éxitos en "Pretty Woman" y en todas las cosas que sigas queriendo que te sucedan. Que así sea.

-Muchísimas gracias, un placer enorme. Gracias.

Agradecemos a Tienda FC por el mobiliario utilizado para esta producción.

Producción: Marite Rizzo.

Fotos: Chris Beliera.

Video: Cande Petech y Martina Cretella

Edición: Martina Cretella

Retoque: Gustavo Ramírez

Estilismo: Maggie Mellas (@maggiemellas)

Maquilló y peinó: Nano Maldonado (@nanogmd)

Ropa: Vero de la Canal, Cynthia Martos, Gabriella Capucci y Milano Store

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