Juana Morales y Pedro Kreder: la hipótesis que se cayó y el hallazgo que cambia el rumbo de la búsqueda en Chubut - Revista Para Ti
 

Juana Morales y Pedro Kreder: la hipótesis que se cayó y el hallazgo que cambia el rumbo de la búsqueda en Chubut

A un mes de la desaparición de los jubilados en cercanías de Comodoro Rivadavia, los investigadores descartaron una de las principales hipótesis y hallaron nuevos indicios en la costa del mar. La búsqueda continúa con más de 40 kilómetros rastrillados y la sensación de un misterio que el viento patagónico todavía no logra despejar.
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Un mes después de la desaparición de Juana Inés Morales (69) y Pedro Alberto Kreder (79), la Patagonia sigue siendo escenario de una búsqueda que parece extenderse tanto como su propio paisaje. El silencio del mar y el viento se confunden con el eco de una pregunta que nadie logra responder: ¿dónde están?

La investigación avanzó esta semana con nuevos rastrillajes en la costa, entre Puerto Visser y Bahía Bustamante, y el hallazgo de algunos objetos que habrían sido arrastrados por la corriente. Sin embargo, las autoridades aclararon que ninguno pertenece a la pareja, y que se trataba de residuos expulsados por el mar.

“Hubo mucha información errónea”, explicó el comisario Pablo Lobos, quien encabeza la División de Búsqueda de Personas de Comodoro Rivadavia. “No hay hallazgos concretos todavía, pero seguimos evaluando cada pista”.

Lo cierto es que una de las hipótesis iniciales fue descartada por completo. La posibilidad de que Juana y Pedro hubieran sido arrastrados por el mar se considera ahora muy lejana, luego de recorrer decenas de kilómetros de costa sin resultados.

El ministro de Seguridad de Chubut, Héctor Iturrioz, lo confirmó: “Se revisó toda la línea marítima. Si el mar los hubiera arrastrado, ya tendríamos algún rastro”.

El vehículo fue hallado hace semanas en el Zanjón de Visser, un punto donde la tierra se abre en grietas y zanjones que se confunden con el horizonte. Desde allí partieron los equipos, recorriendo más de 40 kilómetros de terreno hostil, entre caminos rurales, canales secos y desembocaduras.

Los rastrillajes incluyeron cuatriciclos, camionetas y recorridos a pie, con la supervisión directa del ministro y los jefes del operativo. “Este es un caso muy complejo”, reconoció Lobos. “Todavía no se puede descartar nada, ni siquiera la hipótesis de un hecho criminal”.

Entre la arena y el mar, el operativo sigue. Cada día, los agentes vuelven a pisar las huellas del viento, a observar una y otra vez el mismo paisaje, como si algo pudiera cambiar en el siguiente metro. La búsqueda de Juana y Pedro se sostiene en esa obstinación: la de quienes no aceptan el vacío como respuesta.

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