El Monumental se viste de fiesta y nostalgia este jueves 4 de septiembre. Lionel Messi, capitán de la Selección Argentina, juega frente a Venezuela en lo que podría ser su último partido como local por Eliminatorias rumbo al Mundial 2026. La posibilidad de despedirlo en esta instancia despertó conmoción, entusiasmo y un dolor contenido en los hinchas, su familia y el propio jugador.
Desde el calentamiento, Messi recibió un ovacionado reconocimiento. Con sus ocho Balones de Oro a cuestas y una carrera marcada por la gloria, el capitán se mostró visiblemente emocionado, mientras miles de voces coreaban su nombre en un estadio que tembló de amor y gratitud.
Messi y sus hijos: un momento familiar cargado de emoción y nostalgia
El momento se volvió aún más conmovedor cuando Messi salió al campo acompañado de sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro. Entre sonrisas, abrazos y un tierno beso, compartieron la previa del himno con una naturalidad que hizo brotar lágrimas en muchos de los presentes.
Antonela Roccuzzo, atenta desde el palco, grabó cada instante con el celular, mientras la mamá de Messi, Celia María Cuccittini, también se mostró profundamente conmovida por la ovación del público y el significado de la jornada.
Con la interpretación de la cordobesa María Eugenia Quevedo, el himno argentino sonó con una intensidad especial. Messi, en silencio, con el rostro cargado de emoción, transmitió en su gesto la sensibilidad de un instante único e irrepetible en su carrera.
Aunque todavía no está confirmado si efectivamente fue su último partido en el país por Eliminatorias, la jornada se encuentra marcada como un posible capítulo final de Messi en casa. Entre la alegría de verlo brillar y la melancolía por lo que vendrá, los argentinos lo despiden con la certeza de haber sido testigos de una historia inolvidable.
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