Desde un campo en Zárate hasta el corazón de la actriz, la historia de amor entre Eugenia Tobal y Francisco García Ibar empezó de manera inesperada: con un perro como “celestino”. Lo que comenzó como una serie de encuentros casuales alrededor de Romeo, la mascota de Tobal, se transformó con el tiempo en un vínculo sólido y en una familia junto a su hija Ema.
"Sí, Romeo fue el celestino porque conocí a Fran gracias a él. En realidad Mariano Zabaleta, con quien trabajaba en ESPN, me habló primero de Fran porque lleva a sus perros a su campo y me lo recomendó. Le escribí varias veces y no coincidíamos hasta que un día fui, empezamos a charlar y nos hicimos amigos", contó Eugenia a La Nación.
Lejos de un flechazo instantáneo, la actriz asegura que el amor se fue consolidando poco a poco: "El flechazo no fue inmediato. Con el tiempo nos fuimos conociendo y llegó el amor". Hoy, llevan varios años juntos desde ese encuentro y comparten la crianza de Ema, nacida en 2019, sin sentir la necesidad de formalizar su relación: "No, estamos bien así. Y naturalmente se da todo como tiene que ser".
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Su vida personal, rol de padre y pasión por los animales
Francisco García Ibar no es figura mediática ni artista: su perfil público está ligado a su emprendimiento con perros y su campo en Zárate. En Instagram se lo conoce como @LaManada, donde se presenta como “Entrenador de perros – Hospedaje de campo canino” y comparte fotos rodeado de animales, desde perros hasta caballos. Allí también aparecen imágenes de su hija Ema interactuando con los animales, mostrando cómo integra su vida familiar con su pasión por ellos.
A través de su relación con Tobal, se convirtió en un pilar fundamental en la crianza de Ema. Eugenia lo define con cariño y admiración: "Fran es un papá maravilloso, tiene una entrega enorme con Ema y un instinto paternal muy natural y genuino". También destaca que la crianza es “un trabajo en total sintonía”: no se trata de que él “ayude”, sino de que ambos están presentes por igual.
García Ibar y Tobal: amor y vida en común
Su relación también refleja un fuerte vínculo con la naturaleza y los animales: su campo no solo es su trabajo, sino también un espacio común que refleja su forma de vivir y criar. Francisco García Ibar es la contraparte ideal del mundo glamoroso de Tobal: tranquilo, auténtico y comprometido con su familia.
En la vida de Tobal, su rol es más que el de “la pareja”: es un compañero de camino, un padre presente y un refugio de calma.
Fotos: Instagram
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