A pocas semanas de su casamiento, Nicolás Cabré atraviesa uno de los momentos más especiales de su vida. El actor está ultimando detalles para la boda con Rocío Pardo, mientras mantiene una relación a distancia y presente con Rufina, su hija de 12 años fruto de su vínculo anterior con la China Suárez.
En una entrevista telefónica con Catalina Dugli en Agarrate Catalina (La Once Diez), Cabré habló con total sinceridad sobre cómo transita estos días de emoción, ansiedad y mucha expectativa: “Estoy muy tranquilo, pasando un momento de mi vida con mucha alegría. Hoy lo que abunda en mi vida es tranquilidad, más allá de todos los desafíos”, aseguró.
Una boda relajada que requirió cambio de planes
Cuando fue consultado sobre la ceremonia que se realizará en Córdoba durante el mes de diciembre, reveló que no irá con smoking. “Es muy relajado, es en un bosquecito. Voy a estar con traje, pero no con smoking”, explicó.
Sin embargo, lo más llamativo llegó cuando contó que la boda no será como la habían imaginado. La pareja había pensado algo mucho más íntimo y sencillo: “En un principio dijimos de hacer un asado familiar, pero se transformó. Es inevitable: familia, amigos… En la familia de Ro son muchos también”, dijo entre risas.
La idea inicial incluía una escena más informal y distendida: “Esa idea de la guitarreada al lado de la fogata con un asado tranqui se nos cayó. Pero igual sigue siendo relajado”, añadió entre risas.
El relato coincide con lo que Rocío Pardo había revelado en otra charla con Dugli. Allí contó que el entusiasmo de familiares y amigos terminó expandiendo la celebración más de lo que imaginaban:
“Empezó siendo una boda sencilla, queríamos eso, pero después la gente nos quería regalar cosas. De pronto es un re casamiento. Va a ser íntimo, solo 100 personas. Creo que 60 son de mi familia”, señaló con humor.
Aun así, ambos sostienen que lo esencial se mantiene: un festejo cercano, descontracturado y lleno de afecto.
Un presente sentimental lleno de complicidad y paz
Más allá de los cambios en los preparativos, Cabré se mostró profundamente feliz por la etapa que está viviendo: “Yo estoy feliz. Sé que va a ser un momento inolvidable en mi vida, sé con la hermosa mujer con la que me voy a casar. Sé todo”.
Con ternura, también expresó su deseo de construir un futuro juntos: “Ojalá. Encontré una compañera hermosa. Hace casi dos años que me levanto y me voy a acostar sonriente, sin conflicto, sin pelea. Estoy en paz. Es algo que jamás pensé que fuera posible”.
Una historia que confirma que más allá del tamaño del festejo, lo que importa es el amor con el que se construye.
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