La Reina Isabel II cumplió 94 el pasado 21 de abril, y sigue tan activa como siempre. Después de la pandemia, como todo el mundo, ha tenido que cambiar sus hábitos y hacer reuniones y conferencias por video llamadas. Es por eso que también el día de su cumpleaños lo tuvo que pasar recluida junto a su marido.
Pero si hay algo que no cambia en la vida de la reina desde que era muy joven es su amor por los caballos a los que les ha cedido un palacio durante este aislamiento sanitario.
Isabel II en marzo ordenó trasladar sus caballos desde las caballerizas del Palacio de Buckingham al Palacio de Hampton Court, a las afueras de Londres.
La monarca pasa sus días de confinamiento en el Castillo de Windsor y muchos eventos oficiales fueron suspendidos, es por eso que Isabel quiso tener cerca a sus amados caballos, a los que adora, es así que todos los caballos de Buckingham fueron trasladados.
Su Majestad cabalga desde la infancia y disfruta alimentado, y acariciando a los equinos, y por supuesto que su pasión es montarlos también, y es una experta amazona en eso. Y pese a su edad es muy habitual verla dando paseos en los jardines de los palacios, incluso es ella quien bautiza a los equinos uno por uno.
Con motivo de su aniversario de boda número 73 con Felipe de Edimburgo se los vio muy sonrientes mientras leían las cartas que sus nietos les habían enviado, luego se pudo ver a la Reina montando a caballo por los bosques que rodean Windsor junto a su jefe de cuadras,
