En la emblemática Avenida Corrientes, entre Suipacha y Esmeralda, se levanta uno de los teatros más elegantes y reconocibles de Buenos Aires: el Teatro Ópera, inaugurado en su versión actual el 7 de agosto de 1936. Su silueta y su marquesina luminosa son parte inseparable del paisaje cultural porteño.

Un diseño pensado para impresionar
El edificio actual fue obra del arquitecto belga Alberto Bourdon, a pedido del empresario Clemente Lococo, tras la demolición del antiguo Teatro de la Ópera de 1872. Bourdon lo proyectó con un marcado estilo Art Déco, siguiendo tendencias europeas y estadounidenses de la época, pero adaptadas a la escala monumental de la Avenida Corrientes recién ensanchada.

La fachada, simétrica y vertical, combina piedra París y detalles geométricos típicos del Art Déco. Su marquesina metálica, coronada por un gran letrero luminoso, se convirtió en un ícono nocturno de la avenida. El hall de acceso está revestido en mármol y ornamentado con motivos geométricos en relieve, lámparas circulares y barandas metálicas de diseño estilizado.

Teatro, cine y conciertos
Con capacidad para 2.500 espectadores, la sala fue concebida para usos múltiples: teatro, cine y conciertos. El escenario —uno de los más grandes de Buenos Aires en su momento— incluía un foso de orquesta móvil, parrillas y sistemas de tramoya avanzados para su tiempo.

En el subsuelo se ubicaron camarines, salas de ensayo y un microcine llamado Petit Ópera. Además, el teatro contaba con una pinacoteca en la que se exponían lienzos pintados con escenas de los espectáculos realizados, una práctica que reforzaba su carácter de archivo cultural vivo.

Teatro Ópera: un referente artístico
Fiel a su tradición de vanguardia (el antiguo edificio fue pionero en iluminación a gas en 1872 y en tener una usina eléctrica propia en 1889), el nuevo Ópera incorporó sistemas de climatización, acústica optimizada y un telón cortafuego, poco comunes en la región en ese momento.

Aunque su valor arquitectónico es indiscutible, el Teatro Ópera también se consolidó como un referente artístico. Por su escenario pasaron figuras como Édith Piaf, Ava Gardner, Mercedes Sosa, Ringo Starr, Dante Spinetta, y producciones de gran formato como La Bella y la Bestia, Los Miserables y El Fantasma de la Ópera.

Un símbolo vivo de Corrientes
Hoy, el Ópera mantiene su fisonomía original y continúa activo como sala para música, teatro y espectáculos internacionales. Su imponente fachada Art Déco y su marquesina iluminada siguen marcando el pulso nocturno de la “calle que nunca duerme”, recordándonos que en Buenos Aires, la arquitectura también es espectáculo.
