En un bowl mezclá todos los ingredientes con las manos. Armá el tamaño de galletita que quieras (ideal que sean gorditas) y hornealas 7 min a 180 grados. Es clave que respetes el tiempo de cocción ya que, si las sacás del horno ya doradas, luego van a quedarte durísimas. Tené en cuenta de que siempre se terminan de cocinar mientras se enfrían. ¡Quedan crocantes por fuera y tiernas por dentro!
Si no tenés o querés usar zapallo podés sustituirlo por una taza de batata previamente horneada y sin cáscara o puré de banana. Es una receta súper fácil y accesible. ¡No hay excusas!