Dicen que el mundo es un pañuelo. Y lo cierto es que cada vez hay menos espacio. Por eso las mini viviendas son la última tendencia en arquitectura. Pero de todas las que hay en el mundo, ninguna se compara con la casa más estrecha del mundo.
La construcción, que tiene el récord desde el 2012, está ubicada en la ciudad de Varsovia, Polonia y es conocida como "Casa Keret" por los miles de locales y turistas que viajan a visitarla cada año. Eso sí, el house tour es breve.
Si bien hay quienes opinan que su interior es muy complejo de habitar, esta vivienda es un claro ejemplo de las diferentes soluciones de diseño creativas que surgen para transformar los hogares en un lugar pequeño y funcional para satisfacer las necesidades diarias.
La historia de la casa más estrecha del mundo
"Casa Keret" comenzó como una instalación artística en un hueco entre dos edificios. Aunque muchas personas expresaron que el proyecto sería imposible de concretar o que la vivienda sería inhabitable, el arquitecto polaco Jakub Szczęsny hizo oídos sordos y demostró todo lo contrario.
El arquitecto disponía concretamente de 92 centímetros en el punto más estrecho y 152 centímetros en el más ancho, y con estas difíciles medidas construyó una casa cuyo interior mide 72 centímetros en el punto más estrecho y 122 centímetros en el más ancho.
Luego de dirigir la obra para montar la estructura central en 2012, se encargó del diseño interior y al poco tiempo se inauguró con el nombre de "Casa Keret" en homenaje a su primer inquilino: un escritor y director de cine israelí llamado Etgar Keret.
Cómo es vivir en la casa más estrecha del mundo
Las limitadas medidas de la casa fueron suficientes para albergar un dormitorio, una cocina, un baño y un living a lo largo de sus cuatro pisos.
La vivienda sólo tiene capacidad para una pequeña heladera y la escalera retráctil que facilita la entrada a la instalación se convierte en living cuando está cerrada.
Las paredes tienen paneles translúcidos de vidrio, que se colocaron con el objetivo de permitir que la luz del sol ingrese con mayor facilidad, ya que las únicas dos ventanas de la casa no se abren.
Por otro lado, la vivienda obtiene electricidad de un edificio vecino y dispone de su propio sistema de aguas residuales.
Si bien muchas personas pasaron cortas estadías en esta casa tan particular, en 2017 se convirtió en un atractivo turístico abierto al público, que se puede visitar en cualquier momento del año. Incluso desde la web animan a estadías de una semana, especialmente para artistas.
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