Una caja de luz impecable, sofisticada y con el estilo relajado que la define. Así es el loft en el Soho de Nueva York de Meg Ryan.
La actriz ícono de la comedia romántica modernizó una vivienda con historia para convertirla en un verdadero manifiesto estético: un espacio donde conviven diseño, calidez y una sensibilidad estética que se siente en cada rincón.
House tour por el loft de Meg Ryan en el Soho de NYC

Mucho más que una propiedad de lujo, el loft de Meg Ryan es un espacio donde la luz natural, los materiales nobles y la estética neoyorquina se fusionan con el sello personal de la protagonista de la inolvidable “Cuando Harry conoció a Sally”.
Es una mezcla perfecta entre elegancia moderna y alma cinematográfica. Con su estilo sencillo, cálido y sofisticado, Meg Ryan transformó un loft clásico del Soho en un refugio luminoso y lleno de carácter.

La vivienda, ubicada en Mercer Street, fue pasando de manos creativas: primero perteneció a la artista Cindy Sherman, luego al actor Hank Azaria y, finalmente, la adquirió Meg Ryan.
Y la encantadora comediante decidió hacer lo que más disfruta: una renovación total, de esas que no dejan un rincón sin repensar.
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Meg Ryan: una actriz con alma de diseñadora de interiores

Meg Ryan confesó en una entrevista exclusiva con Architectural Digest que su loft en Nueva York ¡fue la novena casa que renovó!
Para ella, no es un hobby improvisado sino una verdadera pasión. “Sé que suena un poco loco para la mayoría de la gente la idea de renovar tantas casas. Pero amo hacerlo -afirmó la actriz ganadora del Oscar- Creo que tiene que ver con vivir la vida del actor. Como actor rara vez tenés control; con la decoración sí. Es mi oportunidad de traer mi visión al mundo”.

La actriz incluso contó que su hijo Jack tiene una forma muy particular de describir esa energía transformadora: “el efecto Megan-ize”, algo así como la capacidad de convertir cualquier espacio en un refugio personalísimo, sofisticado y lleno de encanto.
Claves para “Meganizar” la decoración de tu casa

Junto al arquitecto Joel Barkley y a la reconocida diseñadora Monique Gibson, Meg Ryan llevó a cabo una renovación integral que elevó el carácter del loft a una categoría totalmente distinta.
El espacio, de 410 metros cuadrados, mantiene el ADN clásico del Soho —pisos de madera ancha, techos altos, ventanales industriales, columnas originales— pero con una vuelta contemporánea que mezcla texturas naturales, líneas suaves y una paleta neutra que nunca pasa de moda.
El resultado es un loft cálido, luminoso y con ese toque effortless chic que parece imposible de imitar… aunque siempre encontramos ideas para copiar.
A continuación, dos claves deco “como lo haría Meg Ryan”

1. La paleta de colores de Meg Ryan: neutros cálidos que abrazan. En lugar del blanco “galería” típico de los lofts neoyorquinos, la actriz optó por una gama que juega entre blancos rotos, tonos hueso, gris suave y madera natural. Todo en clave low profile pero hipercuidada.
Este tipo de paleta aporta calma visual en espacios amplios, y permite que los detalles decorativos respiren sin sobrecargar. Además, genera continuidad entre ambientes.

2. Piezas con historia y materiales nobles. La actriz es fanática de mezclar muebles de líneas modernas con piezas encontradas en mercados de antigüedades, textiles artesanales y objetos con pasado. Es ese mix el que hace que el loft no parezca un showroom, sino un hogar vivido, con impronta personal.
Entre los materiales, en la casa de Meg Ryan predominan las maderas naturales sin excesos de brillo; lino y algodón en cortinas y tapicería; hierro negro en aberturas y luminarias, y piedras claras en cocina y baños.

Esta fusión refuerza esa idea de elegancia descontracturada.
De la cocina al living: la casa de Meg ryan ¡es cine!

Como buena amante del interiorismo, Meg Ryan convirtió la cocina en el corazón del loft. Amplia, minimalista y perfectamente integrada al estar, combina mesadas de mármol, carpintería negra mate y detalles metálicos que aportan un toque industrial chic.
Es un ejemplo perfecto de cómo una cocina puede ser funcional, moderna y estéticamente impecable, sin perder calidez.
El living es uno de los ambientes que más sorprende: techos altos, ventanales inmensos, muebles generosos y una paleta que invita a bajar revoluciones. El equilibrio entre piezas de diseño y elementos personales crea un clima casi cinematográfico.

Si hubiera que definirlo en una frase sería: sofisticación sin esfuerzo.
Los dormitorios del loft de Meg Ryan en Nueva York también tiene algo para contar. Los cuartos siguen la línea general del loft: tonos suaves, textiles naturales, arte en clave íntima y muebles que priorizan el bienestar. Nada sobra, pero tampoco falta esa sensación de “refugio” que muchas veces se pierde en los espacios ultra modernos.
Parte del encanto del loft está en los objetos que Meg Ryan fue reuniendo a lo largo de su carrera y sus viajes. Hay fotografías vintage, arte contemporáneo, alfombras con textura, lámparas escultóricas y libros por todas partes.

Definitivamente, es una casa que refleja una vida creativa, nómada y curiosa y que resume un estilo: clásico, moderno y ultra personal.





