Cuando se trata de pintar las paredes de un espacio reducido, nada mejor que recurrir a los colores adecuados para hacerlo crecer visualmente. Acá te contamos cuáles son los favoritos de decoradores e interioristas. Tomá nota.
Los ambientes chicos suelen dar trabajo extra cuando se trata de elegir la decoración y el mobiliario ideal. Pero no todo pasa por ahí... La elección de los colores para pintar las paredes puede ser la responsable de achicar o agrandar visualmente el espacio.
En el marco de la Semana DECO Para Ti, te contamos cuáles son algunos de los colores para ampliar visualmente un espacio y sumar más metros. Spoiler alert: ¡hay otras tonalidades más allá del blanco!.
La gama de los blancos siempre es una apuesta acertada. Y es que su capacidad de aumentar la sensación de amplitud de un determinado ambiente es increíble.
Pero blancos hay muchos... Por eso resulta importante elegir el tono adecuado en función del tipo de luz natural que reciba el espacio: un blanco puro potenciará el efecto de un espacio con muchas horas sol pero puede hacer que otro sin sol directo luzca aburrido y un poco 'sucio'. En este último caso, es mejor apostar por una variante de blanco roto con una nota beige o crema.
Los colores que solemos llamar crudo son tonos blancos que no pasan de moda: reflejan la luz y la vuelven más cálida y acogedora. Crema, arena, beige o vainilla entran en esta categoría y queda divinos en cualquier ambiente de la casa.
Pero para darle un aire más elegante y sofisticado, y que a su vez potencie la luminosidad y amplíe visualmente el espacio, el gris claro es una apuesta perfecta.
Rosa, azul, amarillo, verde, lavanda... El repertorio de los colores pasteles es súper amplio y está lleno de matices diferentes que iluminan, relajan y agrandan visualmente cualquier espacio.
Sin embargo, la clave está en buscar el equilibrio perfecto para que no sea un espacio muy monótono que nos termine aburriendo o saturando. Lo ideal es pintar solo una pared y dejar el resto de color blanco para un resultado más elegante y equilibrado.
Verdes, azules, rosas e incluso grises empolvados son una apuesta súper sofisticada y muy modera para pintar las paredes de ambientes pequeños. Aportan profundidad y hacen que el espacio parezca más amplio a la vista.
Si bien puede resultar paradójico, los colores oscuros bien utilizados pueden ampliar espacios porque consiguen un efecto de profundidad.
En una sola pared y combinados con un techo blanco, los colores oscuros pueden hacer que el ambiente crezca y parezca otro.