Ya sea para un jardín, una galería o un balcón, los muebles de exterior se convierten en el comodín perfecto de la decoración al aire libre.
Y es que además de vestir el espacio, aportan funcionalidad y comodidad, algo sumamente importante en estos espacios por los que respiran las casas.
Sin embargo, ¿quién no se preguntó alguna vez cuál material es el mejor?.
Si bien es cierto hay para todos los gustos, estilos y presupuestos, existen opciones más adecuadas que otras y la clave al momento de elegirlas está en considerar si se trata de espacios que quedan protegidos por un techado o a la intemperie.
Pero cualquiera sea el caso, te contamos los pros y contras de cada material.
Madera natural
Los muebles de madera ayudan a sofocar las altas temperaturas, ya que cuando les pega el sol del verano no se calientan como sí sucede con los de metal, plástico o PVC. En invierno, ayudan a crear ambientes mucho más cálidos. Esto incide directamente en un ahorro en la factura energética.
Además, los muebles de exteriores en madera al natural tienen la virtud de conectarnos directamente con la naturaleza. Por eso si en tu patio, balcón, galería o jardín querés crear un ambiente natural, no te prives de elegir muebles que se animen a lucir la madera en su estado más puro. También combina con todos los estilos decorativos, del más clásico al más minimal.
Para prolongar su vida útil, basta con aplicarle alguno de los productos de última generación diseñados para proteger la madera sin modificar ni un ápice de su aspecto.
Fibras naturales
Mimbre, ratán, bambú... No hay dudas de que los muebles de fibras naturales son los favoritos para decorar interiores y exteriores.
Cálidos, frescos, atemporales y muy decorativos, se adaptan a varios estilos y encajan perfecto dentro o fuera de casa.
Sin embargo, cuando se ubican a la intemperie, hay que tratarlos con barniz incoloro para que el sol, el salitre y el agua no los afecte.
También es muy importante limpiarlos con frecuencia para eliminar el polvo que se acumula en sus uniones y guardarlos bajo techo cuando no se estén utilizando.
Fibra sintética
Estos muebles, además de ser decorativos y versátiles, son duraderos y muy resistentes. Son más económicos que los de fibras naturales y tienen más colores y acabados.
Hay que tener cuidado con la exposición directa al sol ya que quitarles el brillo (es mejor que estén bajo techo). Si se mojan o se lavan, hay que secarlos muy bien ya que el agua puede dejar marcas irreversibles en su superficie al evaporarse.
Aluminio
Son muebles ligeros y rústicos que permiten jugar con distintos acabados. Si se los compara con otras opciones, son más económicos y tienen la ventaja de que no se oxidan.
Sin embargo, no se pueden limpiar con productos abrasivos ya que se estropearían y puede que se calienten con el sol.
Hierro
Sólidos, resistentes y muy decorativos, son perfectos para sumar un toque industrial y elegante al espacio. Además, siguen siendo una de las opciones más elegidas por su versatilidad y durabilidad.
Sin embargo, hay que tener cuidado con la humedad y la lluvia ya que deterioraran las piezas de hierro forzado, levantando su pintura y oxidándolos.
Para prolongar su vida útil se recomienda colocar una capa de pintura antioxidante.
Plástico
Por último, una de las opciones más económicas son los muebles de plástico. Con una amplia variedad de diseños y colores, no necesitan de mantenimiento frecuente y son muy resistentes.
Sin embargo, conviene elegir una buena calidad ya que de lo contrario se pueden amarillear y perder su brillo apenas les de el sol directo.
Los de poliestileno y resina son las nuevas alternativas que apuestan por el diseño y la ergonomía.
