La sansevieria (también conocida como lengua de suegra o espada de San Jorge) es una planta noble como pocas. Aguanta la falta de agua, la sombra e incluso el olvido.
Pero si lo que buscás es que crezca a buen ritmo y se mantenga verde y saludable, hay que darle un poco de amor extra. Acá te contamos cómo hacerlo con consejos súper simples pero clave.
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Cómo lograr que tu sansevieria crezca más rápido y más verde
1. Elegí el lugar indicado
Aunque es famosa por sobrevivir con poca luz, la sansevieria crece mucho mejor en ambientes bien iluminados.
Lo ideal: luz natural indirecta, cerca de una ventana luminosa pero sin sol directo fuerte que pueda quemar las hojas. Si está en un rincón oscuro, va a sobrevivir, pero no va a crecer con ganas.

2. El riego justo (menos es más)
Uno de los errores más comunes es el exceso de agua. La sansevieria prefiere pasar sed antes que tener las raíces encharcadas.
En primavera y verano, alcanza con regarla cada 10 o 15 días. En otoño e invierno, una vez por mes puede ser suficiente. Antes de regar, meté un dedo en la tierra: si está seca, ahí sí.

3. Usá una maceta con buen drenaje
Siempre, siempre, ponela en una maceta con agujeros abajo. El exceso de humedad es su peor enemigo.
Además, elegí un sustrato suelto y aireado: podés mezclar tierra para cactus con perlita o arena para que drene bien.
4. Abonala en los meses clave
En los meses de crecimiento (primavera y verano), podés abonarla cada 20 días con fertilizante líquido diluido en agua.
Elegí uno equilibrado (tipo 10-10-10) o específico para plantas verdes. Esto va a estimular el desarrollo de nuevas hojas y va a ayudar a que estén más verdes y brillantes.

5. Limpiale las hojas
Puede sonar tonto, pero hace la diferencia. Las hojas de la sansevieria suelen juntar polvo, lo que impide que absorban bien la luz. Pasales un paño húmedo cada tanto para limpiarlas con cuidado y ayudarlas a respirar mejor.
6. Cambiá la maceta si está muy apretada
Aunque le gusta estar un poco ajustada, si ves que las raíces ya están empujando para salir, es momento de trasplantarla. Elegí una maceta apenas más grande, para que tenga espacio para seguir creciendo sin estrés.
7. No la muevas todo el tiempo
A la sansevieria no le gusta que la anden cambiando de lugar cada dos por tres. Una vez que encontraste un rincón donde está cómoda y le va bien, dejala ahí. Así se adapta mejor y crece más feliz.

Fotos: Pinterest.
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