Gracias a sus brillantes hojas de color verde intenso, el tronco de Brasil es una planta perfecta para darle un aire tropical y súper fresco a cualquier ambiente del hogar. Además, no requiere de cuidados exigentes por lo que es ideal para principiantes en el mundo de la jardinería.
También conocida como palo de agua, su nombre científico es Dracaena fragans Massageana y es de origen tropical. Si se bien suele utilizarse mucho para decorar los interiores de los hogares, también puede desarrollarse sin problemas en espacios exteriores.
Esta planta perenne que pertenece a la familia Asparagaceae, cuenta con hojas largas de color verde intenso con una pequeña franja en el medio en un tono amarillo, mientras que su tronco es súper grueso y de color marrón claro.
En su hábitat natural o si se siembra directamente en el suelo, puede llegar a medir hasta seis metros de altura. Sin embargo, en macetas, alcanza una altura de dos metros aproximadamente.
Además de ser una especie fácil de cuidar y muy decorativa, cuenta con la propiedad de absorber la humedad del ambiente limpiando el aire, por lo que resulta beneficiosa para la salud.
El tronco de Brasil y su relación con el Feng Shui
Según esta disciplina milenaria china, esta planta es conocida como el tronco de la felicidad, ya que atrae la buena suerte para aquellas personas que se mudan, inauguran un negocio o emprenden un nuevo camino en sus vidas.
Cuidados básicos del tronco de Brasil en interiores
El ambiente ideal para colocar esta especie y que crezca de forma adecuada, es todo aquel que cuente con una buena dosis de iluminación natural durante el día, pero siempre evitando que los rayos directos del sol imptacten directamente sobre sus hojas ya que podría quemarlas.
Al ser de origen tropical, prefiere las temperaturas cálidas que oscilen entre los 22ºC y 26ºC. No tolera heladeras ni las corrientes de aire, por lo que se recomienda evitar colocarla en zonas de alto tránsito o cerca de ventanas abiertas.
En lo que respecta a sus riegos, no es una especie muy exigente. Bastará con hacerlo un par de veces por semana en verano e ir reduciendo la frecuencia en invierno.
Otra alternativa recomendable consiste en pulverizar con un rociador sus hojas dos veces por semana para mantener la dosis de humedad que esta planta requiere.