¿Te cuesta digerir el huevo duro? ¿Te cae pesado? El secreto está en la cocción: lo estamos haciendo mal. Acá te contamos cuál es la forma perfecta de hacerlo.
En 1942, una célebre escritora de libros de cocina llamada MFK Fisher le dedicó un capítulo a explicar la ciencia de cocinar un huevo en su libro "Cómo cocinar un lobo". Pero con el tiempo, esa "sapiencia" se perdió. Ahora que se reeditó su libro, volvió a surgir el tema de cómo preparar huevos duros en forma correcta.
Lo que no hay que hacer
Nos enseñaron que los huevos se sueltan en el agua hirviendo y se dejan 10 minutos. Error. Lo primero que sucede al hacer esto, el huevo se golpea y se rompe la cáscara. Además se cocina el borde exterior de la clara, haciendo que el tiempo de cocción de la yema aumente. Lo ideal es que se cocinen a la vez tanto la clara como la yema.
Dos métodos para cocinar huevos duros
MFK Fisher propone 2 métodos para preparar huevos duros:
- 1° método: Sumergí el huevo en agua fría por 15 minutos para evitar que se agriete y luego colocalo suavemente en agua hirviendo hasta que se cocine.
- 2° método: Colocá el huevo en agua fría un rato en un olla. Luego ponela sobre la hornalla al máximo para acelerar la cocción. Cuando el agua empiece a hervir ya debería estar listo el huevo.
El tiempo de cocción del huevo varía dependiendo del tamaño, los promedios son 15, 12 o 9 minutos, para extra grandes, grandes o medianos respectivamente.
Las ventajas de hacerlo de manera correcta: el huevo queda tierno, bien cocido y es fácil de digerir (no te va a caer pesado).