1.Había una vez… Un ingeniero industrial de Barcelona llamado Maurici Badia que fue despedido de su trabajo en una empresa farmacéutica, y con no mucho más de 5.000 euros en la mano puso en marcha el proyecto de muebles Hannun. Mejor dicho, emprendió su sueño de tener algo propio.

2.Mientras el mundo se detenía en modo pandemia/cuarentena, Hannun no paró su impulso de crecimiento de fines de 2019 y en este año multiplicó sus ventas x 7, y de Barcelona, se expandió a Portugal, Italia, Reino Unido, Francia y Alemania, entre otros mercados más allá de sus fronteras originales.

3.Y en pleno aislamento una de las tácticas y estrategias del equipo Hannun fue el servicio post venta y el asesoramiento de interiorismo remoto, a través de videollamadas, y gratuito.

4.El ADN de los productos Hannun: artesanales, contundentes y macizos, de calidad y con sello Earth friendly, lo que significa que las maderas que utiliza como materia prima para sus muebles y accesorios son de reciclado o provienen de bosques sostenibles. También usa metal y cuerda para sus codiciadas estanterias colgantes.

5.Los grandes éxitos de Hannun: espejos, respaldos de cama, mesas de noche y banquetas… todo de madera, objetos rústicos y únicos. Más la estantería colgante Makemba, agotada desde hace meses, y un joyero.


6.Sus diseños no siguen tendencias de moda ni estilos definidos sino que son atemporales, versátiles, y sobre todo simples, accesibles y listos para usar. Lo esencial es la esencia… Y eso es lo que ha convertido a los muebles Hannun -100 % vendidos de mandera online- en boom “de época”.


7.El hada madrina de la compañía fue la influencer española Alba Perarnau, amiga del hermano de Maurici Badia que subió a sus redes la imagen de uno de sus muebles, y explotaron los likes y comentarios. Después de ella, Hannun fue pasión de instagrammers y también en Pinterest.
