La reconocen por la calle y todos piden por sus tortas. Y es que "Agustina de Bake Off" -en los papeles, Agustina Guz- se abrió camino dentro del reality show "Bake Off, el Gran Pastelero Argentina" (Telefé) .
El programa que tuvo a Paula Chaves en la conducción y a Christophe Krywonis, Pamela Villar y a Damián Betular en el jurado. Agustina llegó hasta casi lo último: logró el tercer puesto.
"¿Cómo reconocer algo mío? Siempre le pongo alcohol, mismo dentro del programa ése pasó a ser mi sello", cuenta Agustina, sommerlier y bartender. Explica que lo suyo comenzó con la coctelería y que la pastelería que tanto le gustaba quedó muy ligada.
"El alcohol va cocido, así es que se evapira, pero me gusta el proceso de generar distintos aromas", explica la pastelera.
"En Bake Off anotó una amiga -sabía que había hecho algunos cursos de cocina y de coctelería-. Al programa me lo tomé como un desafío conmigo misma. Fui a competir", explica Agustina de 31 años.
Por entonces trabajaba -"grabamos en julio y agosto del año pasado"-, así es que Agustina se pidió una licencia para poder participar.
"Para mí el 'ojímetro' en pastelería no existe. Soy muy obsesiva y todas mis tortas tienen que quedar perfectas y prolijas". Dentro del reality show, el estilo de Agustina se destacó.
Perfeccionista, de a ratos: "Si es para mí no me importa equivocarme al hornear, de los errores aprendo y me divierte equivocarme. Pero, no si es para otras personas", confiesa Agustina quien se confiesa amante de las tartas y del lemon pie.
"Cocino mucho para el resto -familia, mi novio-, ¡yo pruebo! Creo que todo lo que creo me tiene que gustar a mí primero pero me las ingenio para comer lo menos posible: es primordial no picotear mientras se cocina".
En Bake Off la pastelera además se perfeccionó: "no es que competís contra otro, se trataba de hacer lo mejor. Así en los sets y mientras grabábamos nacieron las mejores cosas", cuenta Agustina.
"La relación que hoy tenemos con Damián -el ganador de Bake Off- excedió al programa. Hoy somos como hermanos, hablamos todos lo días unas cuatro horas".
"Pensamos muy parecido, tenemos el mismo humor y la amistad surgió en el programa. Él venia del interior, de Rosario así es que nos fuimos ayudando, practicábamos o nos íbamos compartiendo lo que necesitábamos".
Es con Damián justamente con quien, ahora que terminó el programa planea hacer de la pastelería su futuro laboral: "dando clases virtuales desde una página web cada uno desde su casa y a la vez vendiendo nuestros productos desde ahí", explica Agustina. Tienen todo en marcha: @espaciodeados.
"Se me ocurrió hacer un bundt cake inspirado en un cocktail que inventé una vez para un examen de coctelería internacional", explica Agustina, que también es sommelier. Eligió prepararlo con mandarinas, ideal para esta estación.
"Te paso las medidas en tazas", adelanta la pastelera.
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