La opinión de una especialista acerca de la drástica decisión tomada por Gustavo Martínez: "Una situación de sufrimiento hace que la persona quiera silenciar su mente" - Revista Para Ti
 

La opinión de una especialista acerca de la drástica decisión tomada por Gustavo Martínez: "Una situación de sufrimiento hace que la persona quiera silenciar su mente"

La licenciada Adriana Sznycer, psicóloga, M.N. 18.346, analiza el caso de la muerte de Gustavo Martínez, quien se habría quitado la vida arrojándose desde el piso 21. Según la especialista, quienes tienen toman estas drásticas decisiones, previamente manifiestan de alguna manera cuáles son sus pensamientos. "El suicidio no ocurre sólo por impulso", explica.
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El suicido de Gustavo Martínez no sólo revolucionó a la opinión pública por tratarse de una persona conocida y más aún, vinculada a la familia de Ricardo Fort. Martínez era además tutor de los hijos mellizos del empresario chocolatero fallecido hace siete años, dato que sumó conmoción a la terrible noticia de su drástica decisión de quitarse la vida tirándose por el balcón del piso 21 donde vivía.

Se habló mucho de su depresión y de un cuadro de Alzheimer que Martínez habría estado padeciendo en los últimos años, pero lo cierto es que el hombre, ex pareja de Fort, se llevó sus razones a la tumba. También fue notable el enojo de Felipe Fort, uno de los mellizos, quien horas después del suicidio, posteó frases fuertes que denotaban enojo y un deseo de no querer hablar sobre suicidio.

Gustavo Martínez y Ricardo Fort

Según Adriana Sznycer, licenciada en psicología, M.N. 18.346, es indispensable, como primer paso, favorecer un ambiente en el que se pueda hablar sobre el suicidio y las personas sientan que pueden pedir ayuda sin ser prejuzgadas. "Hablar sobre ideas suicidas puede aliviar la sensación de querer desaparecer y huir para siempre de un problema. Reflexionar sobre el suicidio promueve la detección de primeros indicios y la posibilidad de dejarse ayudar adecuadamente sin rótulos negativos", explica la especialista.

"No es una enfermedad contagiosa"

Interrogada acerca de si los suicidios con "contagiosos", la psicóloga dijo: "Los factores que influyen en la conducta suicida tienen que ver con la singularidad psicológica, psiquiátrica, familiar y comunitaria en la que vive el sujeto. Los factores de riesgo están relacionados con un trastorno mental severo y también con la sensación de soledad y aislamiento".

Y agregó: "La tendencia suicida no es una enfermedad contagiosa, pero puede figurar como una posibilidad teórica en la mente de muchas personas ya que puede trasmitirse, por medio de la educación, como forma de solución a los problemas. Algunas personas pueden protegerse saludablemente porque encuentran sus propios recursos adaptativos y vitales; en otros casos, pueden existir disparadores donde el desborde se convierte en inevitable (por ejemplo, el suicidio de un ser cercano)".

El rol de la sociedad y del Estado

En cuanto al rol de la sociedad en la prevención, la experta afirma que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona muere en el mundo a causa de suicidio cada 40 segundos, y solo 38 países cuentan con estrategia nacional de prevención del suicidio.

"Para obtener un accionar preventivo es necesario planificar estrategias multisectoriales e integrales basadas en medidas de eficacia demostrada, conocer los métodos de suicidio más comunes, realizar seguimientos de los intentos de suicidio y los casos consumados. Implementar un registro y toma de conciencia de los indicadores de riesgo y reconocimiento de signos de alerta, entre otras medidas, es indispensable", agrega.

Martínez y Fort fueron pareja en el pasado.

Acerca de las señales que dan las personas

Interrogada sobre si todas las personas que se suicidan dan señales de que van a tomar esa decisión, Sznycer afirma que "una situación extrema de sufrimiento hace que la persona quiera silenciar su mente o su cuerpo y en ese proceso hay señales más o menos reconocibles".

"Puede observarse: retraimiento extremo, cambios de humor y de rutinas, un sentir impotente frente a la vida, abuso de alcohol y drogas, dificultad para comer, dormir y trabajar, llanto incontrolable, hacer cosas autodestructivas, despedirse de personas como si fuera a ser definitivo, hablar con reiteración del suicidio o de la imposibilidad de vislumbrar un futuro. La mayoría de las personas que se han suicidado hicieron saber el propósito de acabar con su vida. El suicidio no ocurre sólo por impulso", explica.

Qué debe hacer un terapeuta ante un paciente que tiene el suicidio como opción

"Lo urgente es realizar una evaluación del riesgo cierto inminente y a largo plazo", dice la psicóloga. "En función de los resultados, promover una red de soporte familiar y social, restringir el acceso a medios letales, anticipar y planificar respuestas ante recurrencia de crisis. Formular un plan de tratamiento y suscitar un compromiso con ese plan de acción. Identificar posibles obstáculos en su ejecución y establecer un plan alternativo. Según la evaluación inicial se tomará la decisión del seguimiento del paciente en un centro ambulatorio o tener en cuenta los factores de derivación para internación psiquiátrica", completa.

Adriana Sznycer, licenciada en psicología, M.N. 18.346. Mail: [email protected]

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