La otra cara de las Fiestas: cuando celebrar no es un deseo - Revista Para Ti
 

La otra cara de las Fiestas: cuando celebrar no es un deseo

La otra cara de las Fiestas: cuando celebrar no es un deseo
No todas las personas disfrutan de las Fiestas y puede que, en algunos casos, no tengan ganas de celebrar. Una especialista analiza esta situación y brinda consejos para que, quienes atraviesan estas sensaciones, se liberen de los mandatos impuestos.
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Aunque esta época de fiestas suele ser conocida por emociones como alegría, esperanza y un clima de festividad, todas las personas lo viven de la misma manera. Incluso, para muchos representa emociones opuestas, como tristeza, tensión y un deseo de que pasen lo más rápido posible para no lidiar con todo lo que la época conlleva. La licenciada Melisa Mirabet analiza la situación

"Es importante saber que no hay una sola regla y aunque sea quizás la festividad más popular en todo el mundo, no significa necesariamente que todos amen la Navidad o disfruten el Año Nuevo, e incluso tenemos que validar que, para cada uno, esta época puede representar y simbolizar algo completamente distinto", explica la especialista.

Luego, explica que hay varias razones por las que las personas pueden no disfrutarlas:

  • La imposición por el “felices fiestas”: los anuncios comerciales de gente sonriendo, las vidrieras de los locales y la decoración de las calles, las revistas con fotos de mesas navideñas perfectas, hace difícil de evitar que las fiestas se aproximan y justamente para aquellos que no son muy simpatizantes de estas celebraciones, viven toda esta algarabía como una presión donde los hacen sentir extraños por no compartir ese sentimiento que quizás el marketing nos quiere imponer.
  • El agobio de la organización: como cada año, acordar dónde es la reunión familiar, con quién se comparte, cuál será el menú servido y quién será el encargado de comprar los regalos, es parte de los preparativos que no pueden evitarse. Para muchas personas, en lugar de representar un momento ameno de organización, por lo contrario, genera estrés, tensión entre familiares poniendo en evidencia conflictos y desacuerdos.
  • Primera fiesta sin un ser querido: como las fiestas se las reconoce como un momento para compartir, la imposibilidad de hacerlo ya que algún familiar ha fallecido, representa mucha tristeza haciendo que esta época de quizás alegría active emociones completamente distintas, cada ausencia en “la mesa familiar”, viene muchas veces colmada de angustia, nostalgia y nos aleja de toda posibilidad de conectarnos con la celebración. 
  • Primera fiesta con un cambio de dinámica: las fiestas en una nueva ciudad, país, casa o incluso cambio de dinámicas familiares, como separaciones conyugales y primera navidad sin los hijos, o casarse y tener que compartir la primera navidad con los suegros, representa todo un desafío de adaptación, donde salir de las costumbres habituales pone en manifiesto incomodidad y tristeza.
  • Compra de regalos y afrontamiento económico: si bien estamos acostumbrados a que todos colaboramos con las comidas navideñas, o los regalos son presentes pequeños para “tener algo en el arbolito” o surgen ideas como asignar un regalo por persona para abaratar costos, lo cierto es que las fiestas implican un gasto extra. A fin de año y de mes, donde las vacaciones de verano también se aproximan, organizarse económicamente para afrontar esta época puede ser un desafío que estresa y preocupa.
  • Trabajar durante el día festivo: muchos trabajadores de la salud, seguridad y otros tantos, no pueden exceptuarse de cumplir con sus obligaciones laborales y esto hace que no quieran conectarse con las fiestas para justamente no atravesar con tristeza el momento en que saben que, del otro lado, su familia o seres queridos están compartiendo un momento juntos.

Al leer estos ejemplos, quizás todas las personas en mayor o menor medida nos podemos identificar y sentirnos atravesados por algunas de estas cuestiones. Por eso importante reconocer, que no hay un solo modo de vivir esta época y será completamente válido que cada uno pueda vivir estas semanas como le sienta a gusto para que sean semanas en armonía con nuestro entorno y sobre todo, con nosotros mismos.

Sugerencias para sobrellevar las Fiestas

  • Validá tus emociones, si no sentís las Fiestas como plena alegría, también es respetable que sientas algo neutral o incluso opuesto.
  • No cumplas mandatos socialmente impuestos, nadie puede obligarte a vivir estas semanas de un solo modo.
  • Poné en la balanza el equilibrio, intenta encontrar el punto justo donde puedas sentirte a gusto vos y también con tu entorno para que pueda haber armonía.
  • Si percibís emociones displacenteras con mayor intensidad, o incluso atravesás un momento de salud física o emocional, pedí ayuda y dialogá sobre cómo podés transitar este momento.

Cuando en esta época deseamos “felices fiestas”, lo más valioso será reconocer que no a todos nos hace sentir feliz lo mismo; por eso dedicarnos unos momentos a reflexionar cómo quiero o puedo vivir estas semanas tanto yo mismo como mi entorno, es parte fundamental y esencial que muchas veces se pierde entre organizaciones y discusiones que se alejan de lo realmente importante.

*Agradecemos el asesoramiento de la Lic. Melisa Mirabet, Psicóloga especialista en gestión emocional y alto rendimiento (MN. 65.390) / @melisamirabet

Más información en parati.com.ar

   

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