“Fue mucho más que una escuela para mí”, dice Ludmila, la joven que creció en Misiones, eligió un camino poco habitual para las mujeres y hoy proyecta su futuro como médica veterinaria. Su historia refleja cómo una oportunidad educativa puede marcar un antes y un después: con una formación sólida, práctica y con valores, logró superar barreras y convertirse en referente para otras chicas de su comunidad.
El Instituto Agrotécnico Salesiano “Pascual Gentilini” le brindó las herramientas que hoy aplica en su carrera universitaria. Desde ese lugar, Ludmila destaca el impacto de la educación técnica con compromiso social. Su testimonio forma parte de la red de egresados y egresadas que, gracias al acompañamiento de propuestas como las de Por los Jóvenes – Don Bosco, hoy generan valor en sus comunidades.
-¿Por qué decidiste emprender tus estudios en esa institución?
-Decidí estudiar en el Instituto Agrotécnico Salesiano “Pascual Gentilini” porque es una institución que me ofrecía una formación académica sólida y enfocada en lo que me interesaba. Tiene una trayectoria muy reconocida en el área vinculada al campo, los animales y la agricultura. Eso lo hace único y diferente respecto a otras instituciones en Misiones.
-¿Qué diferencial sentís que tuvo para vos formarte ahí?
-La principal diferencia era que en el “Gentilini” no solo iba a obtener un excelente nivel académico teórico, sino que también tendría una relación directa con las prácticas. Considero que eso es fundamental para cualquier alumno en formación: poder aplicar la teoría a la realidad. Esa combinación fue lo que más me motivó a estudiar allí.
-Es una institución que históricamente estuvo vinculada a la formación de varones. ¿Cómo fue tu experiencia como mujer?
-Es verdad que antes el instituto estaba abierto solo para varones, pero por suerte eso cambió y se nos dio la oportunidad a las chicas de estudiar allí y formarnos en una carrera que nos apasiona. Al principio, noté que a mis compañeros les resultaba un poco incómodo, porque estaban acostumbrados a estar entre varones. Pero con el tiempo la relación fue excelente: siempre fueron respetuosos, amables y me guiaron cuando lo necesité.
Además, ingresaron otras chicas conmigo, lo que ayudó a que no me sintiera tan sola. Y los docentes fueron increíbles. Siempre estuvieron acompañándome y apoyándome. Hoy los llevo en el corazón, porque gracias a ellos esa escuela se convirtió en un hogar para mí.
-¿Cómo continúa tu formación profesional y qué expectativas tenés?
-Actualmente, estoy estudiando Medicina Veterinaria en la UNNE (Universidad Nacional del Nordeste), en Corrientes Capital. Comencé la carrera en 2024 y puedo decir con seguridad que el Instituto “Pascual Gentilini” fue clave para mi ingreso. Hasta hoy sigo aplicando conocimientos que aprendí allí. Por eso siempre sostengo que una de las mejores decisiones de mi vida fue estudiar en ese lugar.
Mi expectativa ahora es poder terminar la carrera de mis sueños, ejercerla y dedicarme a lo que realmente me apasiona.
Sobre la organización que la acompaña
Por los Jóvenes – Don Bosco es una organización social y educativa que acompaña propuestas de los Salesianos de Don Bosco en Argentina, destinadas a personas en contextos vulnerables, especialmente niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Actualmente, hay casas salesianas en 22 provincias del país.
Muchas de sus iniciativas se sostienen gracias a donaciones individuales y alianzas con empresas, que, por ejemplo, eligen productos elaborados en escuelas agrotécnicas como el IAS “Pascual Gentilini” para regalar a sus equipos o clientes, generando impacto social real. Más información: porlosjovenes.org/alianzas o escribiendo a [email protected].
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