Los reality shows generan fascinación en el público: de ahí su éxito aquí y en el mundo. Porque generan contenido a través de personas "normales" que se someten a condiciones artificiales (muchas veces, extremas) para conocer sus reacciones a este medio que nada tiene que ver con la realidad.
Protagonizados por participantes previamente ignotos (al menos, gran parte de ellos) que luego de su paso por estos shows cambian sus vidas radicalmente.
Pero después de la fama fugaz, de la exposición más extrema, llega el "lado B". Volver a la realidad, a lo de "antes", con una gran diferencia: se transformaron en seres mediáticos, en personas que dieron a conocer su intimidad para pasar a ser materia de opinión... de todos y todas.
No son pocos, tristemente, los casos dramáticos de ex participantes de realities que dieron testimonio de los estragos que esto puede ocasionar en determinados tipos de personalidades. Adicciones a las drogas y al alcohol, depresión y todo tipo de trastornos dan cuenta de lo difícil que puede ser, para algunos, retomar sus vidas.
En la actualidad, gracias a que luego de la pandemia la salud mental se puso en la agenda mediática, no fueron pocos los ex participantes de un reality que manifestaron haber sufrido (y seguir padeciendo) serios problemas.
Al salir de Gran Hermano, Tomás Holder decidió, en un principio, resguardarse del ojo mediático porque, reveló, estaba sufriendo ataques de pánico, además de dificultades para llevar adelante una vida normal.
En los últimos días fue Coti Romero quien manifestó tener estos mismos síntomas. Sumida en la angustia, no sólo lloró en el piso de Intrusos sino que ya lo había hecho con anterioridad a través de sus redes. El contacto con el afuera más su separación del Conejo Quiroga (el también ex participante con el que tuvo una relación amorosa) están causando estragos en su estado de ánimo.
De hecho, hace horas se conoció que el propio Quiroga contó que se comunicó con los papás de Coti para que viajaran a Buenos Aires a acompañar a su hija, además de manifestarse en contra de su participación en El Bailando, próximo a comenzar en la pantalla de América.
Las consecuencias de participar en un reality en la salud mental
Para conocer un poco más del tema, consultamos con la licenciada en Neuropsicología Cynthia Zaiatz, quien inició la charla remarcando que "hay una Ley de Salud Mental 26.657 que reconoce a la salud mental como un proceso determinado por componentes históricos, socioeconómicos, culturales, biológicos y psicológicos cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los Derechos Humanos y Sociales de toda persona", dándole relevancia a un tema trascendental que atraviesa la vida de gran parte de la población y que hoy ocupa un lugar preponderante en al agenda mediática.
Qué es y cómo afecta el encierro
La especialista comienza definiendo lo que se considera una situación de encierro, como aquella en la que la persona se encuentra "en un lugar sin poder salir por equis motivo, como fue en la pandemia", lo que propició que en la actualidad de hablara de este tema porque dio lugar a una crisis de salud mental en la población, registrándose un incremento del 60% en las consultas post pandemia.
Ya sea un preso, alguien que no puede salir a la calle o quienes ingresaron a Gran Hermano, el encierro afecta la salud mental y puede derivar en ansiedad, cambios de ánimo, irritabilidad, pena, incertidumbre. La gente se pregunta qué estará pasando afuera, cómo va a ser el futuro, qué va a suceder cuando salga. Y esto es para todos".
Primero, "debemos partir de que la persona es un ser social, no está acostumbrada a estar encerrada. Por este encierro va a dejar de compartir cosas con su entorno, con lo cual no va a poder disfrutar de esto. Si bien en Gran Hermano estaban con gente, no era su familia. Ellos no podían salir y si salían, no ganaban".
La percepción del tiempo
Por otro lado, el encierro genera una pérdida del tiempo. En GH no tenían reloj, se guiaban por el sol. Cambian los hábitos: de repente los encontrás almorzando a las 4 de la tarde, desayunando a las 2 de la tarde, cenando a las 3 de la mañana. Lo que uno hace habitualmente, cambia, y eso afecta todo y esto provoca, en sí, trastornos".
En el caso de los participantes de GH, "son personas que están encerradas de las que no sabemos qué padecimientos pueden llegar a tener, si van a tener o no un trastorno, pero probablemente, sí, de una u otra manera".
La mirada ajena
"Si bien es un juego, el estar siendo observados constantemente, ya es un tema. Porque uno tiene una privacidad en la vida y esto no es así mientras están dentro del reality"
"Que la gente empiece a hablar, por más que estén adentro y -supuestamente- no sepan qué se dice afuera, les afecta. Cuando salen, se encuentran con que la gente o los odia o los ama, y eso puede traerles un montón de complicaciones, que es lo que está pasando. Pasan de ser personas normales a públicas, porque la tele es eso. Y aparecen un montón de problemas".
Los trastornos
En general, "se ve un montón de exceso de sustancias, actitudes depresivas, ansiedad, personas que tienen que tomar medicación. Se convierten en personas que son juzgadas, señaladas con el dedo, y ya sus vidas comienzan a ser materia de opinión".
Al salir "primero está la euforia, de volver a ver la calle, de volver a la vida. Y después lo que aparece es una sensación rara, esto de querer volver al aislamiento. Muchos no lo dicen pero vuelven al aislamiento o no saben cómo es de nuevo estar en la vida porque ya están estigmatizados".
Las consecuencias
"Es por diferentes motivos, pero si te ponés a analizar a los diferentes integrantes, cada uno va a tener un problema. El caso de Rocío Gancedo, ella tenía una predisposición a padecer depresión y el haber estado encerrada y pasar a ser mediática y todo lo que decían de ella... primero entró en las drogas y luego derivó en una depresión".
"Y todos los que entraron ahí tuvieron etapas duras, como Cristian U, que tuvo su etapa de consumo excesivo. Ninguno de los que salió de GH terminó bien, esa es la realidad".
"El encierro nunca es bueno. No es casual que quienes realizan sus actividades de manera nocturna tengan mayores índices de depresión"
"Volver a insertarse en la sociedad y ser uno más del montón nunca va a volver a pasar: ese es el problema".
Agradecemos su colaboración a Cynthia Zaiatz, Licenciada en Neuropsicologia - Jefa del Departamento de Salud Mental Sanatorio Modelo de Caseros (MN 60.105 / MP 96.892)
Línea telefónica nacional y gratuita de Salud Mental: Si vos o alguien que conocés está atravesando algún problema de salud mental, no dudes en comunicarte: 0800 999 0091, las 24 horas del día los 365 días del año.
