Retomo esta columna que empezó el año pasado y que este 2023 continúa con ganas de compartir vivencias, experiencias que nos hermanan, emociones que siento, la Vida. La retomo recién llegada de vacaciones. Un viaje único en el que conocí lugares, culturas e historias maravillosas.
Y pensaba antes de escribir ¿cómo me vivo las vacaciones? Ese corte necesario para tomar fuerzas, reflexionar, estar en modo sin obligaciones, disfrutando, conectando con lo simple.
¿Las vivo a mi ritmo? Y acá confieso que estoy aprendiendo a conectar con mi propio ritmo interno. Un gran viaje en donde a veces me siento culpable por no cumplir con las expectativas del afuera y sentir la necesidad de estar “haciendo”, “siendo productiva”.
¿O las vivo al ritmo de los otros? Los otros como mi pareja, mis amigos, el tour, el horario igual que cuando trabajo, el correr para aprovechar al máximo cada minuto. Y esto también me lleva a preguntarme: ¿cómo quiero vivirme la Vida? En las vacaciones y todos los días.
En un mundo que busca que estés a las corridas, conectada 24/7, sin descanso, sin mucho tiempo para frenar, con trabajo por hacer siempre pendiente, como si no alcanzara lo que ya sos. La invitación y el desafío es parar para observarte, para disfrutar el estar presente en vos, sabiendo que así como sos, sos suficiente. Sin nada más que hacer.
Y te pregunto: ¿cómo será aprender a respetar tus propios ritmos internos si nunca podés parar para hacerlo?
Desde chica mamá me llenó de actividades, siempre había algo por hacer: música, hockey, natación, dentista, psicólogo y más etcéteras. Eso fue lo que aprendí. A estar siempre en movimiento, produciendo, haciendo, generando. Y así seguí. Siempre el estudio, el trabajo, la formación, los cursos, la familia, las hijas, la casa, el auto, las vacaciones! No lo juzgo. Abrazo todo eso que hice, que fui, que me trajo hasta acá.
Hoy me pregunto: ¿elijo esto para mi vida? ¿Soy consciente de lo que estoy eligiendo? ¿Estoy dispuesta a dejar de lado las exigencias de los demás? ¿Me animo a cambiar para poder conectar con mi propio ritmo interno?
Mi gran revolución y mi gran desafío en este tiempo es mirarme y mirarte a la cara, abrazarme y abrazarte, aprender a enraizarme en la Tierra que me sostiene, respetar mis y tus tiempos, poner límites, observar lo que necesito y lo que quiero. Validarme.
Y siempre siempre siempre preguntarme qué estoy haciendo y para qué lo hago.
Me deseo coraje y valentía. Y te lo deseo también si querés empezar este viaje.
Fuente: Zelmira Kroselj, directora de Zelmira K Comunicación y Coach Ontológico Fundación Protagonista de Cambio.
