La Familia Real de Mónaco en fechas recientes dio pie a múltiples especulaciones sobre un posible divorcio entre el príncipe Alberto II y Charlene, debido a sus escasas apariciones públicas como pareja y a su tensa relación que existe entre ellos. Aunque el futuro de la monarquía quedará en las manos del pequeño Jacques, la línea de sucesión al trono cuenta con otros miembros que no son considerados.
La inesperada enfermedad de Charlène en 2021 y el contagio de Covid 19 por parte de Alberto, dejaron en ellos la duda sobre el futuro de la monarquía en caso de hacer falta alguno de los dos. Aunque la línea de sucesión está constituida principalmente por los príncipes de Mónaco y sus hijos, existen otros miembros de la familia que también son considerados, como Carolina y Estefanía, hermanas del príncipe.
Los hijos de Carolina (Andrea, Charlotte y Pierre Casiraghi y Alexandra de Hannover) podrían ser los que menos probabilidades tengan de heredar una responsabilidad tan basta y además, forman parte de la línea terciara de sucesión. Desafortunadamente para Charlotte sus pequeños hijos no se encontrarían en posibilidades de pelear por el principado o algún título a causa de su contexto familiar.
El motivo por el cual Raphaël no tiene derecho a la sucesión
Hace algunos años Charlotte tuvo una relación con el actor de origen marroquí Gad Elmaleh, quince años mayor que ella, con quién tuvo a su primer hijo, Raphaël Elmaleh. Tras separarse, la hija de Carolina conoció a Dimitri Rassam, con quien contrajo enlace y fue madre por segunda vez cuando nació Balthazar, su segundo hijo.
Con nueve años, el pequeño Raphaël heredó la belleza de su madre, gozando de un simpático y risueño sentido del humor que lo hacen simplemente irresistible. Sin embargo, y a pesar de ser nieto de una princesa, el niño no posee título real ni es considerado en la sucesión real.
La Constitución del Principado de Mónaco tiene una regla estricta sobre la sucesión real, siendo favorecedora hacía los hombres: "La sucesión al trono abierta por fallecimiento o abdicación recae en la descendencia directa y legítima del príncipe reinante, por orden de primogenitura, con preferencia del varón sobre la mujer, en el mismo grado de parentesco".
"A falta de descendencia directa y legítima, la sucesión se efectúa en beneficio de los hermanos y hermanas del príncipe reinante y de sus descendientes directos y legítimos, por orden de primogenitura con preferencia del varón sobre la mujer, en el mismo grado de parentesco", menciona este documento.
Como Charlotte no estaba casada legalmente cuando nació Raphaël, el pequeño nunca tendrá la oportunidad de estar en la línea de sucesión, a pesar de ser varón. Sin embargo, el pequeño ya se encargó de robarse los corazones con su encanto y simpatía.