Este viernes se viven horas definitorias en el juicio por violación que enfrenta Julieta Prandi contra su exmarido, Claudio Contardi, acusado de abuso y violencia. La audiencia se realizó en el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Zárate-Campana, donde se leyeron los alegatos antes de que el tribunal emita su fallo.
Desde temprano, los medios siguieron cada paso de la jornada. Julieta llegó poco antes de las 10 de la mañana, pero debió esperar cerca de una hora para que comenzara la sesión, ya que el acusado arribó tarde.
Alegatos contundentes y estrategia de la defensa
El fiscal Christian Fabio solicitó 20 años de prisión con detención inmediata del acusado, o en su defecto, la prohibición de salir del país. La querella, liderada por el reconocido abogado Fernando Burlando y representada en la sala por el doctor Baños, pidió una condena aún mayor: 50 años de cárcel. El argumento central fue la gravedad del daño causado, la perversión y la contundencia de la pericia psiquiátrica presentada.
En contraste, la defensa del acusado eligió solicitar la nulidad del juicio, sin presentar testigos ni peritos, ni siquiera la declaración de su cliente. En su alegato, la defensa calificó las denuncias como falsas y acusó a los medios de "crear un monstruo" alrededor del acusado. Ante estas afirmaciones agravantes, Julieta evitó estar presente en la sala durante ese momento.
Revictimización y crisis nerviosa
La jornada dejó un momento dramático: durante un cuarto intermedio, Julieta Prandi sufrió una crisis nerviosa que requirió asistencia médica y la presencia de una ambulancia. Su equipo legal solicitó que, para su salida, sea acompañada por custodia, teniendo en cuenta que desde el día anterior rige una orden de restricción para el acusado.
Fernando Burlando, en diálogo con Intrusos (América), expresó: "Estos episodios son las cicatrices invisibles que deja la violencia. Son heridas que nunca terminan de sanar y que se hacen visibles en momentos de revictimización. Esto debe generar un cambio en el sistema judicial, porque hay muchas ‘Julietas Prandis’ que aún viven con sus agresores."
El abogado destacó que, si bien existe una restricción para el acusado, faltaron medidas de protección adicionales para que Julieta se sienta segura durante el proceso, como un botón antipánico o controles más estrictos en su entorno familiar.
Expectativas y confianza en la Justicia
Respecto a la expectativa por el fallo, Burlando se mostró optimista y confiado en que la Justicia reconocerá la contundencia de las pruebas. "La cantidad de evidencia contra el acusado es abrumadora", dijo en comunicación telefónica con Intrusos (América).
En torno a la descompensación de Prandi, sostuvo con dureza: "Todo esto tiene que ver con lo que generan los episodios de violencia. Son cicatrices que nunca se terminan de curar, que siempre se ven. Son actitudes lógicas de los seres humanos que son sometidos, como fue sometida, vejada, abusada, violentada".
En cuanto al caso, reflexionó: "Esto nos tiene que dejar algo para tratar de mejorar el sistema. Tiene que haber un antes y un después, porque hay infinidad de 'Julietas Prandis' en el país que todavía siguen durmiendo con sus atacantes".
Cabe destacar que el letrado se manifestó en sus redes sobre lo que vivió Julieta Prandi, su victimización y revictimización enfrentando este proceso. Su resolución podría llegar a crear precedente en el tratamiento de este tipo de casos.
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