Valentina Cervantes y Enzo Fernández se conocieron en 2018, durante unas vacaciones en Mar del Tuyú. Ella tenía 17 años y él, apenas 16. A simple vista, parecían dos adolescentes más disfrutando del verano, pero entre ellos pasó algo distinto: una conexión inmediata, esa complicidad silenciosa que no necesita explicaciones. Lo que comenzó como un flechazo de vacaciones, pronto se transformó en una historia de amor profunda, real y con sabor a futuro.
Unos meses después de ese primer encuentro, formalizaron la relación. En 2019, ya estaban conviviendo en un monoambiente en Villa Urquiza, mientras Fernández jugaba en las inferiores de River Plate y Cervantes trabajaba en una casa de empanadas.
Valentina era estudiante de Derecho en la UBA y Enzo tenía la ilusión intacta de llegar a Primera. Compartían todo: desde los viajes en transporte público hasta la incertidumbre económica. Pero nada los desanimaba.
La llegada de sus hijos y la mudanza a Europa: momentos que cambiaron las vidas de Enzo Fernández y Valu Cervantes
El 7 de mayo de 2020, en plena pandemia, nació Olivia, la primera hija de la pareja. Tenían apenas 19 y 20 años, y la vida les exigía madurez a pasos agigantados. Tres años después, el 26 de octubre de 2023, llegó Benjamín, para completar la familia.
Durante esos años, su vínculo se fortaleció, aun en medio de las exigencias profesionales de Enzo, que pasó de River a Benfica, y de ahí al Chelsea, con una transferencia récord.
El crecimiento deportivo de Enzo implicó múltiples mudanzas. Primero a Lisboa, en 2022, y luego a Londres, en enero de 2023, tras su pase al Chelsea. Valentina dejó sus estudios para acompañarlo. Siempre detrás de escena, pero siendo parte esencial de su carrera.
En diciembre de 2022, el mundo entero conoció a Enzo Fernández como una de las figuras clave del Mundial de Qatar. Mientras él brillaba en la cancha, ella vivía todo con una intensidad emocional conmovedora. En una entrevista, contó que lloró desconsoladamente cuando lo citaron: “Lo merecía tanto…”.
La ruptura: una pausa inesperada
En octubre de 2024, después de seis años juntos, Cervantes anunció en sus redes sociales que estaban separados. La noticia sorprendió a todos. Según trascendió, fue él quien pidió el espacio, buscando reenfocarse en su carrera. No hubo escándalos ni terceros en discordia: sólo una decisión difícil de procesar para quienes los seguían como una pareja ideal.
Cervantes regresó a Buenos Aires con sus hijos y se mostró entera, priorizando el bienestar de su familia. Siempre dejó claro que seguirían siendo un equipo por Olivia y Benjamín.
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Pero la vida, como el amor, es impredecible. A principios de 2025, comenzaron los rumores de reconciliación. Y fue el propio futbolista quien terminó confirmándolos con un gesto: compartió una foto familiar desde el estadio del Chelsea, abrazado con su pareja y sus dos hijos.
Desde entonces, se muestran nuevamente unidos. Valentina volvió a instalarse en Londres y, según trascendió, están apostando por una nueva etapa más madura, más consciente y más sólida.
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