A los 22 años, Lara Muller parecía gozar de buena salud. Deportista y activa, no imaginaba que los dolores en su espalda y cuello y el cansancio constante que empezaban a afectarla tuvieran un origen mucho más serio. Al comenzar un nuevo trabajo en oficina, sus síntomas fueron rápidamente atribuidos a la postura prolongada y a la anemia que le diagnosticaron en ese momento.
“Sentí que me estaba volviendo loca. Sabía que algo andaba mal conmigo y que estaba empeorando, pero nadie me escuchaba”, relata Lara sobre esos meses de incertidumbre y frustración a la revista People.
Aunque probó aumentar sus niveles de energía con café y suplementos, su salud seguía deteriorándose. Recurrió varias veces a su médico, pero las respuestas siempre eran las mismas: “Solo estás anémica” y “Es normal sentir dolor por estar sentada tanto tiempo”.
En marzo de 2025, Lara comenzó a toser sangre y tuvo que hacerse una radiografía de emergencia, seguida de una tomografía computarizada. Allí, los médicos encontraron una masa en su pecho que condujo a un diagnóstico devastador: linfoma de Hodgkin, un cáncer que afecta el sistema linfático y, por lo tanto, al sistema inmunitario.
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“Ahora que estoy en tratamiento y tengo respuestas, me siento diez veces mejor que cuando estaba enferma y no sabía qué era”, dice Lara, quien comparte su experiencia abiertamente en TikTok para ayudar a otros.
Aunque reconoce que nadie está preparado para escuchar la palabra cáncer a los 22 años, insiste en la importancia de escuchar el cuerpo y seguir insistiendo hasta encontrar respuestas.
Durante los meses previos, Lara perdió peso, se cansaba tras caminar solo unos minutos y tuvo que reducir sus ejercicios habituales a casi nada. “Caminaba 10 minutos por la calle y estaba agotada, pensé ‘esto no está bien’”, recuerda. Sin embargo, sus síntomas fueron minimizados y asociados a su nuevo estilo de vida sedentario.
La historia de Lara es un llamado de atención para todos, especialmente para quienes sienten que su salud está cambiando y no reciben la atención adecuada. Su consejo es claro: “Confíen en sus instintos y sigan insistiendo si sienten que algo anda mal”
A pesar del diagnóstico y del duro camino que implicó enfrentar un cáncer a tan temprana edad, Lara Muller encontró en la perseverancia y en la escucha de su cuerpo la clave para buscar ayuda a tiempo. Hoy, en pleno tratamiento y con avances positivos, su mensaje es un recordatorio para nunca subestimar las señales que el cuerpo envía, incluso cuando parecen simples dolores cotidianos.
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