Hace apenas dos meses, Santiago “Tato” Algorta cruzó la puerta de la casa más famosa del país y se convirtió en el ganador de la última edición de "Gran Hermano Argentina". Lo que siguió fue un verdadero torbellino: fama repentina, marcas que lo buscan, proyectos que se multiplican y la necesidad de adaptarse a un nuevo ritmo de vida.
“Fue un tsunami total", confiesa al recordar aquellos primeros días fuera de la casa. La ansiedad, el estrés y la incertidumbre marcaron el inicio de esta etapa, pero hoy asegura sentirse más tranquilo y con la mirada puesta hacia adelante: “No quiero quedarme en la nostalgia, quiero enfocarme en lo que viene”.
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A los 29 años, Tato vive un presente que nunca había imaginado cuando se recibió de contador. La experiencia en "Gran Hermano" lo reconectó con su versión más auténtica, aquella que alguna vez había dejado de lado para cumplir con las expectativas de los demás. Hoy, en cambio, elige arriesgar, disfrutar y seguir ese instinto que lo llevó a animarse a un casting que le cambió la vida.
Con la moda como aliada, nuevos proyectos en streaming y un objetivo claro de convertirse en un conductor y entrevistador reconocido, Tato se prepara para escribir una nueva historia. En esta charla íntima con Para Ti, abre su corazón y comparte cómo transita esta etapa bisagra, qué aprendió del encierro y cuáles son sus sueños a futuro.
Tato Algorta y cómo cambió su vida fuera de la casa de "Gran Hermano"
— Ya pasaron dos meses desde que ganaste "Gran Hermano". ¿Cómo te sentís hoy? ¿Cómo cambió tu vida?
— Me siento mucho más tranquilo. Literalmente fue un tsunami cuando salí de la casa: ansiedad, incertidumbre, estrés que nunca había sentido. Pero ahora va bajando un poco y voy entendiendo más cómo va a ser mi vida a partir de ahora. Fue como salir y no entender nada. Hoy me siento más adaptado y con la cabeza enfocada en lo que se viene.
— Decís que querés dejar atrás "Gran Hermano". ¿Qué significa eso para vos?
— Cerrar esa etapa. Fue hermosa y terminó de la mejor manera posible, pero ya pasó. No quiero quedarme atado a la nostalgia. En la casa fui muy estratega, muy pensante, y eso me ayudó a ganar. Pero ahora quiero mostrar otro perfil, más auténtico y conectado con lo que realmente me gusta.
— ¿Seguís en contacto con tus compañeros?
— Sí, con algunos. Con los que me llevaba bien adentro de la casa, como Luchi, Luz, Martina y Luciana. Con ellos sigo viéndome. Con el resto, todo bien, nos cruzamos y está todo bárbaro, pero no hay ese vínculo cotidiano.
— Hoy se te ve metido en el mundo de la moda. ¿De dónde nace ese interés?
— La moda me cambió la vida. Si estoy cómodo con lo que tengo puesto, salgo a la calle con otra confianza. Es algo que me da seguridad, me gusta y me interesa. Estoy trabajando con mi estilista, Lucas Mata, para explorar ese perfil más fashionista.
— Más allá de la moda, ¿cómo fue ese proceso de animarte a mostrarte tal cual sos?
— Tuve un quiebre. Hubo un tiempo en que vivía pendiente de lo que los demás pensaban, de cumplir con lo “normal”. Pero me sentía desconectado. Cuando entendí que esa vida no era la que me llenaba, empecé a tomar decisiones distintas, a rodearme de gente que me tiraba para arriba y a mostrarme más en redes. Hacía Get Ready With Me, entrenaba, cocinaba, hablaba de ser fiel a uno mismo. Y eso me dio confianza.
— ¿Ese cambio te impulsó a presentarte en el casting de "Gran Hermano"?
— Sí. Llegué recontra decidido. Dije todo lo que me pintó en el momento, y salió bien. Fue una experiencia espectacular. Yo entré por la anécdota, por vivir la experiencia, no por la fama ni el trabajo. Después se dio todo esto y lo disfruto muchísimo.
— ¿No te da la sensación de que pasó mucho más tiempo que dos meses?
— Totalmente. A veces digo: “¿De verdad pasaron solo dos meses?”. Adentro, los días eran eternos. Fueron siete meses que parecían años. Y afuera, todo pasa rapidísimo.
— ¿Estás abierto a un nuevo amor en este momento?
— La verdad que no. Siento que cuanto más lo buscás, menos fluye. Hoy estoy cien por ciento enfocado en el laburo. Quizás en el proceso algo surja, pero ahora no tengo la cabeza ahí.
— ¿Y cuál es tu sueño más grande?
— Quiero ser conductor y entrevistador. Me veo en los medios, sacando lo mejor de cada entrevista y generando contenido de valor. Me encantaría ser reconocido por eso.
— ¿Podés adelantarnos algo de tu próximo proyecto?
— Todavía lo estoy definiendo, pero la idea es tener mi propio espacio en plataformas como Twitch o YouTube. Un programa relajado, con entrevistas, interacción con la gente, reacciones, reflexiones y diversión. Que me vean suelto, tal cual soy.
Fotos: Ramiro Palais @ramirophoto
Estilismo: Lucas mata @ylucasmata
Make up y pelo Nahuel @nahuelito504 de Sebastián Correa
Producción: @lula.romero.stylist
Ropa:
@oggizapatos
@brunogiordano_official
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