Mirtha Legrand, Claudia Villafañe, Zulema y Zulemita Menem, Susana Giménez... Todas ellas llevaron diseños de Elsa Serrano, la modista exitosa de los ´90 que luego tuvo que afrontar una quiebra y rematar su maison. Una vida de lujo y penurias.
En los últimos años, Elsa Serrano tuvo que hacerse monotributista después de afrontar una quiebra y un remate. ¿Quién hubiera imaginado que la diseñadora elegida por las celebrities y primeras damas en algún momento iba a tocar fondo y conocería lo que es vivir sin un peso? Así fue la vida de Elsa Serrano, un auténtico subibaja.
Vistió a Mirtha Legrand, a Susana Giménez, a Amalia Lacroze de Fortabat y a Norma Aleandro. Fue la modista oficial de María Lorenza Barreneche, la mujer de Raúl Alfonsín y Zulemita Menem cuando ofició de Primera Dama al lado de su papá. También le hizo el vestido de novia a Claudia Villafañe cuando se casó con Diego Maradona. Y también se dio el lujo de vestir a celebrities internacionales como Gina Lollobrigida, Sofia Loren, Joan Collins, Catherine Denueve y la bailarina rusa Maya Plisetskaya. En los años noventa, Elsa Serrano era la modista preferida de los ricos y famosos de Argentina.
De Italia a Buenos Aires
Había llegado de Calabria, Italia, con su familia a los 9 años, sin imaginar el futuro promisorio y la maravillosa carrera de 46 años que la esperaba en la Argentina. Llegó luego de una travesía de 21 días en barco, con sus 10 hermanos porque era hija de una familia numerosa. Su papá era agricultor y antes que llegaran sus hijos a Buenos Aires había comprado una linda casa en la calle Maure. Todas las mañanas ella caminaba desde ahí para ir hasta el Liceo 9 que quedaba a diez cuadras de su casa.
Cuando terminó el colegio, Elsa quería ser odontóloga, pero desistió. Se casó a las 19 y como su primer marido viajaba mucho, se compró un local en Belgrano y así tuvo su primera boutique donde vendía ropa importada. Todavía se llamaba Elsa Romio.
Diez años después se separó y conoció a Serrano, un textil que me vendía tela. Se casó con él en 1975 y un día se deslumbró con un género con estampa a lunares del taller de su marido. Elsa se lo llevó y se hizo un vestido con cuello blanco y una camela roja. Los vendedores de su marido que viajaban por el interior para vender las telas, sumaron el vestido que había hecho Elsa. Era el artículo 1015: fue un éxito en ventas.
Elsa Romio tomó el nombre de Elsa Serrano y enseguida se instaló con su atelier en la calle Salguero y después pasó a Mansilla. Los años ochenta fueron el momento del summum de Elsa Serrano. Vestía a todas las celebrities de Argentina y también del exterior. Y le dieron la función de ser la diseñadora oficial de la esposa de Raúl Alfonsín y las mujeres de varios funcionarios de su gobierno.
Diseñó el vestido que Norma Aleandro llevó a la entrega de los premios Oscar cuando ganó la película La historia oficial. Le hizo el vestido de novia a Susana Giménez cuando se casó con Huberto Roviralta y a Claudia Villafañe cuando lo hizo con Diego Maradona.
Y en los años noventa la llamaron para vestir a Zulemita que oficiaba de primera dama al lado de su padre.
Del éxito a la quiebra
En los últimos tiempos trabajaba a pedido y se había hecho monotributista. Esto fue después de tener que afrontar deudas, quebrar y rematar su maison de la calle Mansilla. Del glamour de los noventa a las penurias de vivir con lo justo. También por aquella época se divorció de su marido.
Le decretaron la quiebra por un préstamo del Banco Nación y tuvo que rematar la maison de la calle Mansilla. "El día que cerramos la casa de Mansilla, el 19 de julio de 2001, tenía mucho trabajo. Estaba con seis o siete vestidos de novia y preparándome para septiembre. Entonces, tuve que llevar esas cosas a mi departamento y mi baño se convirtió en el probador. No me sentí tan mal. Pensé que iba a ser peor. Después del remate se terminaron los problemas legales. Fue un golpe duro pero, aquí estoy. Este es mi presente," expresó Elsa Serrano en una entrevista que dio.
Lo último que había hecho era participar del programa "Corte y Confección" y disfrutar a los seis nietos que le habían dado sus tres hijas. Murió durante un incendio en su departamento. Al cierre de esta nota se desconocían las causas del mismo.