Bajo los Cielos del Mundo: Villa La Angostura, Patagonia Argentina - Revista Para Ti
 

Bajo los Cielos del Mundo: Villa La Angostura, Patagonia Argentina

Cada vez que planifico un viaje estoy llena de ilusiones y expectativas sobre lo que voy a encontrar en ese nuevo sendero elegido. No soy viajera de shopping y si hay algo que disfruto de los caminos es interactuar y dejarme sorprender por la gente del lugar, conocer su idiosincrasia, sus costumbres, leyendas, todos esos pequeños detalles que enriquecen y siempre encuentro fuera de lo planificado. Y como las emociones son las que quedan grabadas en nuestra mente, concluyo cada uno de mis viajes mirando al cielo y agradeciendo la oportunidad de haber conocido otro destino que formará parte de una nueva historia Bajo los Cielos del Mundo.
Lifestyle
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Si bien es cierto que prefiero los destinos con mar, nuestra Patagonia tiene tantos lugares encantadores que siempre regreso a esos pueblos de montaña donde se mezcla el horizonte de la cordillera con el silencio de sus bosques, y el color azul profundo de sus lagos.

Lago Espejo.
Montañas nevadas.

A principios de febrero después de un vuelo corto desde Buenos Aires llegamos a Villa La Angostura, localidad neuquina ubicada en una de las márgenes de la Cordillera de los Andes. Lleva ese nombre porque la península de Quetrihué que se inserta en el Lago Nahuel Huapi y une tierra firme, se angosta junto a la villa que rodea los lagos y bosques de la zona. Es un pueblo que está muy cerca de la ciudades de Bariloche y San Martin de los Andes, y mantiene su característica de villa de montaña con casas de tipo alpinas y cabañas de madera.

Cabañas de madera.

La hemos visitado en verano e invierno siendo que ambas temporadas se disfrutan por igual, pero modificando las actividades deportivas, que son muchas, y programando por día el itinerario a cumplir.

Despues de disfrutar del día esquiando, los jóvenes se reúnen en la base del cerro todas las tardecitas para beber algo y comer unos malvaviscos asados. 

Recorrimos el pequeño centro comercial instalado a ambos lados de la avenida Arrayanes donde se concentran todos los comercios, bares, restaurantes y farmacias. En esas seis cuadras también hay kioscos, mercados de artesanías, alquiler de ropa de esquí, chocolaterías y licorerías entre otros comercios. Saliendo 2 km fuera del pueblo, llegamos para conocer los puertos que tiene la Villa. El puerto de la Bahía Mansa y el de Bahía Brava, cuyos nombres indican la mayor o menor incidencia que tiene el viento en sus aguas.
También fuimos a otra de las zonas bonitas, alejadas del centro: Puerto Manzano, una bahía con pequeñas playas de arena y complejos de cabañas y hoteles.

Puerto Manzano.

En el lago Espejo alquilamos un kayac y estuvimos nadando ya que la temperatura del agua cercana al borde de las montañas estaba templada en la superficie, por el calor del sol en la zona.

Andando en kayak.

Al Bosque de Arrayanes llegamos a pie, recorriendo el Sendero de Huella Andina que comienza en Bahía Mansa e ingresando por el Parque Nacional Los Arrayanes, a 3 km del centro. Iniciamos la subida caminando por la península de Quetrihué transitando por un prolijo recorrido de vallas de madera con carteles que informan sobre la fauna y flora de ese bosque patagónico. Atravesamos dos lagos y fuimos al mirador de la Brava y la Mansa.

Mirador

Muy cerca de Villa la Angostura se encuentra el río Correntoso, uno de los más cortos del mundo con solo 300 metros, que une el lago Correntoso con el lago Nahuel Huapi. Tiene un antiguo puente de madera y el color del agua ¡es realmente increíble!

Lago Correntoso.
Río Correntoso.

Algo muy interesante para visitar son las Eco-Huertas, un emprendimiento socio productivo de agricultura orgánica familiar que respeta las especies preexistentes. El municipio otorga la tierra en comodato, asesorando y evaluando junto al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Se pueden adquirir en el lugar productos frescos y elaborados según la disponibilidad y cosecha del momento: frambuesas, grosellas, frutillas, dulces sin conservantes, todos los productos tienen un alto valor nutricional sin ningún tipo de químicos en su proceso.

Recorrimos también caminando el sendero hasta la Cascada del río Bonito y seguimos hasta el Cerro Bayo, que en época de verano está sin nieve, pero volvimos en otra ocasión a visitarlo ya con el manto blanco del invierno cubriendo sus caminos.

 Trekking en Cerro Bayo.

Otro día realizamos una travesía en Canopy, una aventura que nos permitió trasladarnos a través de las copas de los árboles, recorriendo tramos de 30 a 300 metros colgados de un arnés unido con cables de acero. obre un bosque centenario mientras cruzábamos vertientes y varios tramos del río Bonito a grandes alturas, haciendo un alto en las estructuras de madera ancladas a los árboles, para ir cambiando de ruta.


Otra manera de apreciar la naturaleza en este lugar es realizar una cabalgata por los bosques cruzando el río Bonito y bordeando la costa del lago Nahuel Huapi. En nuestro caso, sólo incomodaron en ese momento las cenizas de la erupción del volcán Puyehue que en el 2011 dejó sepultada a Villa La Angostura. Aún hoy las cenizas continúan en el suelo y al ser removidas por el paso de los caballos, se levantan como una nube en muchos tramos del camino.

Cabalgata.


También puedes conocer esta región de la Patagonia desde el lago, llegando en embarcación a muchos lugares escondidos donde solo se llega navegando sus bahías. Y si quieres descubrir la creatividad de un pueblo de montaña, debes realizar la ruta de productores y artesanos locales como hicimos nosotros, visitando sus talleres y conociendo los condimentos que hacen de cada producto y artesanía algo único.
Ese día se promocionaban los churros, pero también hay artesanías de madera, telares, velas aromáticas, dulces, licores, cerámica, orfebrería y tejidos artesanales.


Queda mucho por hacer en la Villa, sobre todo se necesita una regulación respecto al avance indiscriminado de proyectos inmobiliarios sobre corredores verdes y pendientes que erosionan las orillas del Nahuel Huapi. Y que esa misma legislación, ratifique el derecho de los pobladores de transitar libremente la zona para no quedar paulatinamente sin costas donde poder bajar a los lagos en muchos lugares de la Patagonia.
Y así concluimos el recorrido por estas tierras patagónicas, mientras nuestros corazones palpitaban seducidos por la belleza de su naturaleza, sembrando canciones entre sus bosques, lagos y montañas. Fue como ir cantando bajito después de una noche de sueños.

Así concluyó nuestra recorrida.

Más información en parati.com.ar


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