Desde que la pandemia mundial del coronavirus introdujo la cuarentena los barbijos y el distanciamiento social están entre nosotros.
Así, tras las cancelaciones de las actividades sociales, la vuelta a la nueva normalidad los tiene como protagonistas.
Sucedió esta semana en los eventos de la realeza (especialmente tras el contagio del príncipe Carlos de Inglaterra y del príncipe Alberto de Mónaco).
Las casas reales cancelaron muchas de sus citas oficiales. Pero parece que esto ya empieza a ser parte de la historia.
No hubo Fórmula 1 en Monaco este año (un evento que Europa toda espera cada año), pero sí hubo una excusa para ver a la familia real de Monaco casi completa: la inauguración del nuevo Casino de Montecarlo.
El importante evento (el casino históricamente es centro del principado) fue presidio por el príncipe Alberto (ya curado del Covid-19) y la princesa Charlene.
A ellos se sumó su "corte": sus sobrinas Pauline Ducruet superelegante y con su trench. También Louis Ducruet y Camille Gottlieb, hijos de su hermana, la princesa Estefanía de Monaco.
Estefanía se ocupo de que todo se mantuviera en orden y que el evento contara con todas las precauciones ante el Covid-19 que hace unas semanas afectó a su familia.
Junto a ellos también estuvieron los hijos de Carolina (ausente con aviso): Andrea y Pierre Casiraghi.
Se sumó Tatiana Santo Domingo (esposa de Andrea) con un look veraniego e informal.
Sandalias con toques dorados y un vestido floreado, tendencia verano 2020 además de un barbijo a juego: con flores bordadas.
Si bien Andrea y Tatiana residen en Londres esta vez optaron por pasar la cuarentena en casa, en Monaco con sus tres hijos.
Con tanta asistencia "real" confirmada, Pierre decidió asistir solo: dejó en casa a su mujer Beatrice Borromeo y a sus dos hijos.
También faltaron a la cita Alexandra de Hannover, Charlotte Casiraghi y su marido, Dimitri Rassam.