Con casi 90 miembros (todas confesas futboleras de distintos puntos del país), el grupo de FB Mujeres al Mundial 2018 palpita fuerte desde hace meses. “¡Hola, chicas! Acá estoy empezando a planificar, un poco tarde pero bueno... Tengo esperanzas de poder conseguir alguna entrada. ¿Cómo hacen ustedes con el alojamiento?,¡No sé cómo organizarme!”, pide auxilio en el muro María Eugenia Staricco.
Carla Fernández propone armar una bandera, hacerse una remera o “algo característico para reconocernos (pañuelos o gorros) y alentar a la selección... ¡tiren ideas, así podemos armar algo copado!” Maru Acevedo Batista diseñó las remeras y Sole Vidal propuso un logo que las represente en las redes.
Todas ellas son parte de la hinchada femenina que viaja para ver a la Selección y desde el año pasado tienen los pasajes reservados y sacaron las entradas para los principales partidos con anticipación. Las chicas tienen su grupo de WhatsApp súper activo y una cuenta de Instagram @argentinasarusia2018 que va por los 400 seguidores y espera llegar a 3000 para ganarle a las hinchas brasileñas.
VAMOS ARGENTINA. En octubre pasado la marplatense Eugenia Sosa (24, camarera, estudiante de turismo) se arriesgó y aunque le parecía “una locura” irse sola, sacó los pasajes a Moscú (a buen precio, $ 24.000 en doce cuotas, con escalas, saliendo desde Asunción) y empezó a organizar su viaje. Aunque ya había ido sin amigas ni pareja a Brasil, Rusia le suponía un desafío mayor.
Se sumó al grupo de FB Argentinos al Mundial de Rusia 2018 y empezó a preguntar si había alguna chica que viajara sola. No eran tantas (apenas dos o tres comentaron su post) y ahí nomás armó este grupo de mujeres que empezó a crecer a partir de enero de este año.
La sanjuanina Andrea Gil (contadora, de 34 años) celebra, además de la Copa del Mundo, su buena suerte y valentía: se ganó el viaje de siete días (todo pago) y con entrada para ver el primer partido de la selección (el 16 de junio, contra Islandia) en la fiesta de fin de año de la multinacional en la que trabaja. Desde entonces, admite, no deja de pensar en el momento de subirse al avión.
“Dudé un montón antes de ir al evento, porque todos iban en pareja menos yo. Pero como sabía que sorteaban el viaje, a último momento dije: ‘voy a ir y voy a ganar’”, comparte esta futbolera que nunca estuvo en un Mundial, pero suele ir a la cancha a ver a San Martín de San Juan, el equipo de su vida. Con las chicas del grupo ya coordinó para encontrarse en el fan fest y ver la apertura el 14 en pantalla gigante.
EN LA TRIBUNA. Desde que Bárbara McCoubrey (41 años, oriunda de Bahía Blanca) siguió México 86 por tele con su abuela, tiene el sueño fijo de presenciar una Copa del Mundo.
“Por una cosa u otra siempre lo postergué, así que estoy re feliz de poder cumplir ese deseo. Lo vengo planeando desde el año pasado, porque el tema de las entradas es muy difícil. La semana pasada pude conseguir todas las que quería (Croacia, Nigeria y octavos, con un costo de entre US$ 219 y US$ 400, en reventa)”.
Ya tiene compañera de alojamiento en Nizhny: Antonella González (28), que llegará a Rusia desde Rayo Cortado, una localidad muy chica ubicada a unos 200 km de Córdoba, donde cursa cuarto año de Abogacía.
“En el pueblo todos están atentos a mi partida: somos muy pocos (menos de 2000) y nos conocemos. Por otro lado, cada Mundial siempre fue una fiesta para mí”, cuenta y admite que está tan ansiosa por llegar a Rusia que desde hace días no puede dormir. Es la primera vez que sale sola del país… ¡y se va por veinte días! "Haber encontrado el grupo de FB fue salvador, “porque vamos a acompañarnos allá”.
MOTIVADAS. Luciana Mourin, porteña del barrio de La Boca, no encontró mejor modo de festejar su cumpleaños número 43 que viajando al Mundial. “Siempre me gusta irme para esa fecha –el 15 de junio–”. Como eficiente secretaria (trabaja para el presidente de una conocida empresa de cítricos) ya estudió e imprimió los mapas, sacó los pasajes en tren, reservó alguna que otra excursión y se aprendió de memoria algunas palabras para decir en ruso.
Y aunque tenga casi todo su itinerario resuelto, saber que allá va encontrarse con sus “compañeras de tribuna”, a las que todavía no conoce personalmente, pero de algún modo siente muy cercanas, gracias a las redes, es aliviador. “La pasión que genera el deporte se potencia en grupo. Ya me imagino la emoción de estar juntas, caminando hasta la cancha, cantando y coordinando para ir a las fiestas de la previa”. Desde acá, alentamos junto a ellas.
Textos: Mara Derni ([email protected]) Fotos: Gentileza entrevistadas
