Cristalería: la importancia de su uso adecuado según el vino - Revista Para Ti
 

Cristalería: la importancia de su uso adecuado según el vino

La mayoría de las personas disfrutan de tomar un buen vino, pero pocos son los que saben que para mejorar esa experiencia se necesita una cristalería adecuada, fundamentalmente para poder degustar la bebida, aprovechando todos los beneficios, y entendiendo la complejidad aromática y los diferentes matices de sabores.
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A la hora de degustar un vino hay que tener muchos puntos en cuenta, como lo son los aromas, la oxigenación, la temperatura, la comodidad y la tradición, que son las principales características a tener en cuenta cuando nos referimos a utilizar la copa correcta.

Por eso, Para Ti consultó con Rona, empresa dedicada a la cristalería con más de 130 años de experiencia, cómo influye el diseño de la copa a la hora de tomar la bebida, además de explicar punto por punto de como mejorar el proceso, desde el cristal, la forma, el color, el peso y el tamaño de la boca de las copas que vayamos a utilizar, siendo que todos estos ítems influirán en la percepción del vino y en la intensidad de los sabores.

La copa ideal según la bebida

Más allá del hecho social que rodea a la bebida, la forma de las copas de vino hace que la expresión aromática y gustativa de tintos, blancos y espumantes se perciba mejor. Independientemente de su atractivo estético y la elegancia que aportan en la mesa, cada diseño se crea teniendo en cuenta la manera en la que el vino entra en la boca y la disposición de las papilas gustativas de la lengua.

Por ejemplo, el Cádiz (parte superior de la copa) debe tener una boca amplia para que la nariz quepa en el interior, un espesor delgado que pueda dar a los labios la sensación de saborear mejor, y el borde levemente más angosto para que conserve los aromas y virtudes del vino. El tallo, fino y alargado, además de estar en armonía con el diseño, también permite sostener la copa sin transmitir la temperatura de las manos al contenido.

Generalmente, las copas de vino tinto son más grandes y tienen una boca más abierta que las de blanco, ya que sus aromas y sabores suelen ser más complejos y necesitan más oxigenación para “soltarse”. Las de vino blanco, por el contrario, son de tamaño más chico y presentan una apertura más pequeña.

En cambio, las copas de espumante “tipo flauta” tienen un cáliz estilizado que se ensancha en la base, para permitir al champagne expresarse sin perder temperatura, y se vuelve a estrechar en la boca para que los aromas se concentren y el gas no se evapore.

Para descubrir más sobre este tipo de cristalerías y como darle un uso debido, se puede ingresar a la página de Rona y enterarte de todas las últimas novedades.

Más información en parati.com.ar

 

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