Seis años después de haber comprado la casa de sus sueños, la flamante actriz Renée Zellweger, decidió ponerla a la venta a un valor de 6.4 millones de dólares. Como era de esperar, se vendió en tiempo récord pero además consiguió medio millón de dólares extra por encima de lo que pedía. Y es que después de todo, la mansión es realmente soñada.
Ubicada sobre un valle y cerca del Parque Topanga, está rodeada por una increíble vegetación y vistas fascinantes. Cuenta con un total de 1400 metros cuadrados de espacio habitable sobre los cuales se distribuyen 4 dormitorios, 5 baños y otras comodidades como sala de cine, oficina privada y piscina con spa.
La arquitectura que predomina en todos los ambientes de esta lujosa residencia se caracteriza por tener un mix de estilos: arcos venecianos, puertas francesas, azulejos con aires españoles y techos rústicos con vigas de madera a la vista.
Dos de los espacios más atractivos y privilegiados de la casa: la sala de estar principal, que cuenta con una chimenea en piedra clara y salida directa hacia los exteriores repletos de vegetación; y un mini living junto a la cocina que también cuenta con un hogar a leña y vistas increíbles.
La cocina amplia y luminosa está equipada con una isla en el centro -que también funciona como barra desayunadora-, con mesadas de madera y de mármol blanco, y con electrodomésticos de alta gama. El negro se hace presente en este espacio aportando un look elegante y se fusiona con la madera clara para dar como resultado una cocina cálida pero muy canchera.
El dormitorio principal tiene al blanco y a la madera como protagonistas y se destaca por ofrecer increíbles vistas repletas de vegetación y salidas directas hacia los exteriores.
El baño principal se caracteriza por ser muy luminoso gracias a las numerosas ventanas francesas abatibles que permiten el ingreso de un buen caudal de luz durante el día. El piso de madera clara aporta una dosis justa de calidez entre tanto blanco. Sin dudas, es un espacio soñado.
Los exteriores de la casa son realmente soñados. La vegetación se cuela por todos los rincones aportando frescura, calidez y colores. Las vistas despejadas repletas de árboles y montañas le dan un cierre perfecto a estos exteriores irresistibles.
Una amplia piscina con borde infinito se luce en el exterior junto a un hidromasaje. Ambos se iluminan por las noches y se complementan con las guirnaldas de luces cálidas que bordean la galería de madera.