La sal no sale... (cómo identificar el sodio oculto) - Revista Para Ti
 

La sal no sale... (cómo identificar el sodio oculto)

Fit
Fit
¿Sabías que actualmente consumimos el doble de cantidad de sodio de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud? Relacionado con un sinfín de enfermedades no transmisibles, éste es uno de los principales malos hábitos que deberíamos cambiar. Enterate todo lo que no nos cuentan de la sal.
La sal en el centro del debate. Foto: Archivo Atlántida.

“La ingesta de sodio es necesaria para el buen funcionamiento del cuerpo humano, sin embargo, el exceso en el consumo de sal genera enfermedades no transmisibles, que son una las principales causas de morbilidad y mortalidad a nivel mundial”, asegura la ingeniera Norma Vázquez, gerente de gestión de calidad Laboratorios Amerex, una empresa pionera en aplicación y desarrollo de microbiología industrial y comercialización de fermentos naturales. Además de políticas estatales y medidas en la industria alimentaria, es sumamente importante que tomemos conciencia del uso -y abuso- de sodio en nuestra dieta diaria para tratar de revertirlo a tiempo.

LA SAL OCULTA. En la actualidad ha habido un incremento en el consumo de sal, ya sea por el hábito del salero en la mesa como también. Sin embargo, el 65-70 % aproximadamente del sodio que consumimos proviene de los alimentos procesados e industrializados (como conservas, salsas y snacks).

DATOS SALADOS. Según un estudio del Ministerio de Salud consumimos 12 gr diarios de sal por persona, alrededor de dos veces la recomendación brindada por la OMS (Organización Mundial de la Salud ) que es de 5 gr/ diarios ( el equivalente a unos 2 gramos/día de sodio).

EXPECTATIVA. Luego de un convenio firmado en octubre de 2011 entre COPAL, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, el objetivo de cara al 2020 es alcanzar un promedio de 5 gramos por persona, de acuerdo a las recomendaciones de la OMS. 

Es clave en la alimentación diaria detectar el consumo de sal que no vemos. Foto: Archivo Atlántida.

REEMPLAZOS NATURALES. Reducir la sal en la industria alimenticia es una tarea ardua ya que su utilización cumple importantes funciones tecnológicas. En este contexto, el desafío de la industria alimenticia y sus proveedores de ingredientes es desarrollar alternativas naturales que permitan mantener las características organolépticas y sanitarias de los alimentos procesados.

LA SAL DE LA VIDA. El uso de sodio mejora la palatabilidad dado que, además de aportar su sabor característico, resalta y potencia el de otros ingredientes. Asimismo, puede modificar la percepción de otros sabores; reduciendo o enmascarando el amargo y el dulce, equilibrando el amargo y el ácido e intensificando el umami (uno de los cinco sabores que podemos percibir junto al dulce, el salado, el ácido o agrio y el amargo).

ALIADO DE VENTAS. La sal modifica las características de otros componentes, afectando la textura de los alimentos. Por ejemplo, en los productos cárnicos permite que las proteínas de la carne se solubilicen, favoreciendo el mezclado y la liga y evitando el exudado de grasa y agua. En el pan, intensifica la retención de agua y fortalece el gluten, aumentando la firmeza de la masa y mejorando su manejabilidad.

El consumo de sal en la Argentina es superior al de muchos países. Foto: Archivo Atlántida.

APOSTAR A LO NATURAL Una de las maneras más eficaces para reducir en consumo de sodio es volver a lo natural. Elegir productos libres de químicos, con saborizantes orgánicos y sin tantos procesados. Así podremos comer tan rico como sano.

Más información en parati.com.ar

 

Más Para Ti

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig